Espectáculos

Visitas amorosas, controles diarios y el deseo de aferrarse a la vida: cómo fueron los días de Diego Maradona en Cuba

«Es muy difícil pensar en Diego como uno de nosotros. Es distinto a nosotros. Además, estaba en recuperación».

Entre idas y vueltas a Buenos Aires, Diego Maradona se instaló cinco años en Cuba, desde 2000 hasta 2005. Viajó allí para realizar un tratamiento por su adicción a las drogas, y lo hizo acompañado por su representante de entonces, Guillermo Coppola, y su secretario, Gabriel Buono.

Durante su estadía en la isla, el ex futbolista se alojó en el resort La Pradera, en La Habana, un complejo que antes funcionaba como un country, y que luego se convirtió en un hospital de confort para rehabilitar extranjeros. En lo que antes era el club house funcionaba el hospital, y el resto de las viviendas eran casas hospitales.

Diego tenía la suya, en la que vivía solo y recibía a quienes iban de visita. En el hogar de al lado lo acompañaban Coppola y Buono. «El hospital había puesto a un chico cubano que se encargaba de todo: de que Diego comiera a horario, del menú, de que hubiera café en la casa. Que no faltase nada», detalla Leo Sucar a Teleshow. Se trata de un empresario malplatense que Diego conoció en los 90, haciéndose muy amigos.

Entre el 2000 y 2004 Sucar visitó tres veces a Maradona en Cuba, alojándose en su casa. Por eso conoce en detalle cómo era el funcionamiento del lugar donde El 10 cumplía con su tratamiento. Así, por ejemplo, recuerda que «tenía un chofer que había asignado Fidel Castro, que manejaba un auto Mercedes Benz viejo, y llevaba y traía a todos los invitados de Diego».

Cerca de la revolución

Sucar destaca que la vida en ese centro era «aburrida». Y explica: «Ahí no hay nada. Si querías tomar algo, tenías que ir hasta el restaurante del complejo, donde había un bar. Lo que más me llamó la atención es que vendían las galletitas argentinas llamadas Vocación«, dice el empresario, en referencia al difícil acceso que ese tipo de alimentos tenían en Cuba.

Sin embargo, Leo casi celebra al rememorar que «los días de Diego desintoxicado eran maravillosos», a la vez que asegura que todas las veces que lo visitó lo vio «limpio». En sus ratos libres jugaban al fútbol tenis en la parte trasera de la casa, a la que Diego le encontró nombre: encargó pintar «La Bombonerita» en la pared, en alusión al estadio de Boca Juniors.

La casa en la que Diego se alojaba durante su estadía en La Pradera

La casa en la que Diego se alojaba durante su estadía en La Pradera

Fanático de Boca, Diego pintó la pared de su casa con el nombre “La Bombonera” en alusión al estadio xeneize

Fanático de Boca, Diego pintó la pared de su casa con el nombre “La Bombonera” en alusión al estadio xeneize

Sobre el tratamiento, Sucar cuenta que iban enfermeros a diario a controlar los signos vitales «de todos los ocupantes de la casa». Es decir, no solo le hacían chequeos a Maradona sino también a sus eventuales acompañantes, como le sucedía a él. «Te tomaban el pulso, eran controles de rutina».

Maradona, quien según el empresario «no tenía acceso a nada» cuando se encontraba en Cuba, llevó a cabo su tratamiento en dos etapas. En la primera etapa, viajó junto a sus padres, Don Diego y Doña Tota, por su entonces esposa, Claudia Villafañe, y sus suegros, Coco VillafañeAna María Elía.

Claudia Villafañe viajó unos días con Maradona y hasta salía a correr con él para acompañarlo en la rehabilitación (Crédito: Reuters)

Claudia Villafañe viajó unos días con Maradona y hasta salía a correr con él para acompañarlo en la rehabilitación (Crédito: Reuters)

Guillermo Coppola se instaló junto a Diego durante el tratamiento en Cuba. Su representante iba a todos lados con él (Crédito: Reuters)

Guillermo Coppola se instaló junto a Diego durante el tratamiento en Cuba. Su representante iba a todos lados con él (Crédito: Reuters)

Los primeros días tenía dos turnos médicos de ocho horas, es decir, 16 horas diarias. Además contaba con una ambulancia, una enfermera, un paramédico y un chofer. «Los primeros días fueron impecables. En el día 54 comenzó a caminar y al 62 empezó a correr con Claudia. Una semana después, cuando vieron que estaba todo controlado y encaminado, la familia regresó a Buenos Aires», contó a Teleshow otro allegado a Diego, quien se quedó a su lado en La Habana durante un mes.

Parte de la rehabilitación consistía en un entrenamiento con un fisiatra, quien logró que Diego terminara corriendo cinco kilómetros por día. Empezó con uno y medio, y fue aumentando de a 500 metros cada cuatro días.

En la segunda etapa, en la cual Sucar ya no estaba presente porque se había distanciado del ex capitán de la Selección, Maradona pasaba los días de la rehabilitación jugando al golf.

Alejandro Fantino, Leo Sucar, Diego Maradona y Luciano Castro

Alejandro Fantino, Leo Sucar, Diego Maradona y Luciano Castro

Hermetismo, cautela y una novia cubana

Según Sucar, para cualquier persona que no estuviera dentro de La Pradera o tuviera contacto directo con Diego, le resultaba imposible llegar a él. «En esa época no había compañía de celulares, había una italiana que nos brindaba el servicio a los pocos que teníamos teléfono móvil. Entonces, la única forma de comunicarte era yendo hasta allá y anunciarte en la entrada.  Y está claro que si no lo conocías o si él no lo permitía, no entrabas. Nos divertía escuchar los argumentos que presentaban las personas con tal de llegar a conocerlo. Incluso teníamos una lista en la que anotábamos las que más nos llamaba la atención, y si nos parecía novedoso, lo dejábamos pasar».

En estos últimos días Matías Morla -abogado de Maradona- reveló que en Cuba hay cuatro jóvenes que podrían ser sus hijos. Sus nombres son Javielito, Lu, Joana y HaroldDiego conoció a los primeros tres en el entierro de Fidel Castro, en diciembre de 2016. Con Harold no tuvo contacto, aunque Morla asegura que es muy parecido físicamente a Diego Junior.

Durante el tiempo que fueron amigos, Leo fue incondicional y acompañó a todos lados a Maradona

Durante el tiempo que fueron amigos, Leo fue incondicional y acompañó a todos lados a Maradona

«Una vez que ingresemos a Cuba, va a tener que someterse voluntariamente a un examen de ADN. Y en caso de que diga que no, se hará una audiencia en el juzgado y tendrá la posibilidad de conocerlos», precisa el abogado.

Estas versiones sorprendieron a Sucar, quien asegura que solo le conoció dos novias a Diego durante su estadía en Cuba. «Una era Adonay Fruto, que vivía en Matanzas, y a quien él iba a buscar en su camioneta Mitsubishi, en más de una hora de viaje. Se quedaban en su casa y luego la llevaba de regreso», cuenta Leo, quien afirma que en ese tiempo «nunca se supo nada de alguna mujer que estuviera embarazada». «En Cuba no había salidas. Los encuentros eran en su casa, por lo menos las veces que estuve yo».

Diego Maradona estuvo en pareja con la cubana Adonay Fruto (Foto: revista Interviú)

Diego Maradona estuvo en pareja con la cubana Adonay Fruto (Foto: revista Interviú)

En ese entonces, la joven cubana le brindó una entrevista a la revista Interviú

En ese entonces, la joven cubana le brindó una entrevista a la revista Interviú

Además, Diego mantuvo una relación con Laura Cibilla, una ex empleada de La Diosa, la disco que el empresario manejaba en Buenos Aires. Siempre según la palabra de Sucar, Maradona tuvo un hijo con esa mujer. «Se llama Matías y tiene 16 años. Ella le hizo un juicio por paternidad, él no se presentó ni a la primera ni a la segunda demanda, y sí a la tercera. Pero días antes había salido publicado en una revista que el ADN daría negativo, y así fue. Es raro porque él no se había hecho el análisis, y en los medios ya sabían que sería negativo. Ella me mira a los ojos y me dice que Matías es hijo de Diego«, detalla Sucar que hasta el día de hoy mantiene diálogo con Cibilla.

Laura Cibilla habló en su momento, pero después no dio más declaraciones ni mostró a su hijo (Foto: revista Paparazzi)

Laura Cibilla habló en su momento, pero después no dio más declaraciones ni mostró a su hijo (Foto: revista Paparazzi)

Según Sucar, Maradona crió al niño hasta que en 2006 cumplió dos años. «Cuando nació Matías (a fines de 2003), Diego estaba en Cuba y viajó a Buenos Aires para acompañarla». Luego se separaron, y Cibilla inició en 2008 la demanda por paternidad. «Por cómo habla, yo pienso que ella todavía lo quiere a Diego. Y a pesar de lo que pasó, no le guarda rencor ni bronca», dice Sucar sobre Cibilla, quien también visitó a Maradona en La Pradera.

La muerte del Potro Rodrigo, un desmayo y una mega fiesta por los 40

Maradona sintió mucha tristeza cuando murió el cantante cuartetero Rodrigo Bueno, en la madrugada del 24 de junio de 2000. «Fuimos con Diego, Claudia y Gianinna al velorio, en Lanús. Se asustó muchísimo cuando lo vio a Rodrigo adentro del cajón», recuerda el empresario. Y reproduce un diálogo.

—Me siento mal, Leo.
—Yo también, Diego.
—Creo que me voy a desmayar…
—A mí me bajó la presión.
—Yo canté primero.

Diego, Claudia y Leo llegaron al velorio de Rodrigo en medio de un tumulto de personas que se acercaron a despedir al cantante popular (Revista Gente)

Diego, Claudia y Leo llegaron al velorio de Rodrigo en medio de un tumulto de personas que se acercaron a despedir al cantante popular (Revista Gente)

Diego fue hasta Lanús a despedir los restos de Rodrigo Bueno acompañado por Claudia, Leo y su hija Gianinna (Revista Gente)

Diego fue hasta Lanús a despedir los restos de Rodrigo Bueno acompañado por Claudia, Leo y su hija Gianinna (Revista Gente)

Después de bromear con su amigo, Maradona terminó con la presión baja y debió ser trasladado en ambulancia. La amistad de Diego con el Potro era tan cercana que el ídolo cordobés lo había visitado en Cuba. «Haber visto muerto a un ídolo popular le hizo caer la ficha. Después de eso, tuvo otro perfil, empezó a cuidarse mucho más e intentó salvarse de verdad, porque había estado al borde de la muerte», considera Sucar en referencia a aquel enero del 2000 cuando Diego ingresó a un hospital de Punta del Este en coma y en medio de una «crisis hipertensiva y una arritmia ventricular», según el médico que lo atendió aquel día.

Haber estado durante 40 minutos al borde de la muerte y que días después se confirme que había sido por la ingesta de cocaína, lo marcó para tomar consiencia del tratamiento de rehabilitación por sus adicciones que comenzó en Cuba después de ese episodio en Uruguay.

«Después de eso, en la isla a Diego ya no le importaba aburrirse sino recuperarse. Y creo que así fue. Hasta las últimas veces que hablé, me contaba que estaba limpio».

Leo fue parte del círculo íntimo de Diego hasta el 2000

Leo fue parte del círculo íntimo de Diego hasta el 2000

En octubre de 2000, Maradona celebró sus 40 años con una mega fiesta en Theatron, un boliche en la zona de Retiro que era de Sucar. «Le habían ofrecido 500 mil dólares para festejarlo en Nápoles, también le habían propuesto en Punta Cana. Sin embargo él me quería, y quiso hacerlo en mi local».

En la fiesta tocaron Los Piojos y Tambó tambó, y fueron invitados, entre otros famosos, Carlos Menem, Gerardo Sofovich, Jorge Lanata y Enrique Macaya Márquez. «Yo tengo dos hijos que son gemelos y cumplen el mismo día que Diego, y como esa noche era la fiesta, al día siguiente les festejó el cumple a los chicos en su quinta».

Al día siguiente de su cumpleaños número 40, Maradona celebró el de los gemelos de Leo Sucar, cumplieron tres años, en su quinta (Foto: en la pierna izquierda está sentado Joaquín y en la derecha, Mariano. Hoy, integran la banda Beruti junto a su hermano Marco)

Al día siguiente de su cumpleaños número 40, Maradona celebró el de los gemelos de Leo Sucar, cumplieron tres años, en su quinta (Foto: en la pierna izquierda está sentado Joaquín y en la derecha, Mariano. Hoy, integran la banda Beruti junto a su hermano Marco)

Diego y Leo comenzaron a distanciarse en 2002 cuando el empresario se fue a vivir a México por compromisos laborales. Se reencontraron cuando El Diez viajó al país azteca con el Showbol -partidos amistosos entre leyendas de distintas selecciones-, y Sucar lo saludó para las Fiestas en los años siguientes. Pero cuando el exfutbolista contrató a Matías Morla como su abogado, le fue cada vez más difícil comunicarse.

¿Por qué se alejó de Diego? «Hubo cosas que no me gustaron, y en lugar de decírselas, preferí tomar distancia. Él tampoco me lo reclamó. Cuando conocí a los socios del Showbol me pareció que había cosas que no iban. A él me lo encontré en hoteles, nos abrazamos, me trató bien, pero cuando empezó a trabajar con esa gente decidí abrirme«.

«Cuando se recibieron mis hijos, le escribí para ver si podía mandarles un video pero no me contestó», lamenta Sucar, quien asegura que su presencia «le hacía bien» a Diego. «Incluso Coppola, cuando llamaba y sabía que estaba conmigo, me decía que se quedaba tranquilo».

A la distancia y después de haber perdido contacto durante tantos años con Diego Maradona, Leo Sucar no pierde la esperanza de un reencuentro, tomar un café e intercambiar charlas y anécdotas del tiempo que compartieron juntos. «Nos lo merecemos. Ojalá eso pase».

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