El Mirolo de los zapatos rotos y el jean desgastado que llegó al municipio bandeño luego de morder las manos de quienes lo llevaron hasta ese lugar, traicionando a sus más cercanos en ese momento y hoy socio de Gerardo Zamora, se comportó durante todo este tiempo como un extraviado en el desierto cuando llega a una fuente de aguas surgentes y comenzó a beber de borbotones todo lo que la comuna y los fondos de la misma le ofrecían y cuando sació sus primeras necesidades, nombró a su mujer como Directora de Desarrollo Social. Lo que produciría un doble ingreso para una familia que un par de años atrás no tenía ninguno. Pero como al parecer la intención era mejorar la vida la parentela toda, nombró además a su hermana como Directora de Educación y habría puesto en el manejo del combustible de la municipalidad a un tío directo también de apellido Mirolo.
Fuentes confables informaron además, que otros parientes cercanos ingresarían a la Municipalidad y a grito pelado imparten órdenes que pretenden sean cumplidas de forma inmediata, es decir, Pablito como se le solía llamar antes, el de los zapatos rotos y los jeans gastados hoy estrena realidad nueva, tanto propia como la de sus seres queridos y es así como los tiempos van cambiando y transformando una suerte adversa con el advenimiento de tiempos mejores. Dícese del nepotismo (sic) “es la preferencia que tienen funcionarios públicos para dar empleos a familiares o amigos sin importar el mérito para ocupar el cargo sino su lealtad o alianza”. Si lo que describimos anteriormente no es nepotismo, ¿qué es?
Pero como todo sueño un día se termina, Mirolo en su sociedad con el Gobierno Provincial deberá ajustar el cinturón del municipio que por carácter transitivo verá mermar sus arcas al igual que las de su socio político, aunque seguramente el ajuste comenzará por otros sectores, tratando de cuidar el kiosco para los propios. Esa especie de aguantadero que el Jefe del Ejecutivo bandeño está armando para sus consanguíneos durará mientras quede una gota de agua en la fuente a la que antes nos referimos, para proteger el bienestar de los propios que se han encontrado con esta maravilla que les propone para cambiar sus vidas mientras se pueda.
El mirolismo no es distinto al zamorismo o al kirchnerismo a la hora de los retornos para los amigos y la familia, es por eso que ante la nueva realidad (un error de la naturaleza o de la política) la plantilla idéntica a las anteriormente nombradas se repiten en La Banda para enriquecer y beneficiar a unos pocos, y en este caso, Mirolo ya ha decidido porqué por sobre todas las cosas LO PRIMERO ES LA FAMILIA.