«El dinero que falta en un lugar es porque alguien se lo robó” suele decir un conocido periodista. En Santiago del Estero pasa exactamente eso. Se han construido y equipado hospitales en la provincia totalmente inútiles por la falta de personal, es decir se realizó la erogación que produce retorno para los gobernantes pero no se invirtió en profesionales de la salud para echarlos a andar.
Se realizaron escuelas cuyos gastos fueron desmesurados mientras otras tantas se caen a pedazos, pero lo importante es haber utilizado el método que reporta los dividendos al poder político.
Las obras publicas necesarias sobrefacturadas y las innecesarias también estuvieron a la orden del día, mientras tanto el Poder Ejecutivo manda a comprar nylon y cuchetas pensando que con ese detalle soluciona la vida de los santiagueños en estado de indigencia, esa es la manera de ver las cosas en la gestión de los Zamora.
El contraste de la foto de Claudia Ledesma Abdala con pilotos de estirpe mundial en la máxima categoría, enfrentada con viviendas rancho, sin agua, luz, gas, y ni que hablar de cloacas a solo metros del predio con estilo y perfume de Dubai es cuanto menos cruel, descarnada.
Ver como la gobernadora viste en cada ocasión con miles de dólares en atuendos -LEER NOTA http://sjwede.com/diafoco/?p=54978– y por otro lado comprovincianos pidiendo desde hace años que les den agua en la ciudad de Loreto conmueve a cualquiera, menos al Ejecutivo Provincial.
GELID, PARA EJEMPLO SOBRA UN BOTÓN
Lo sucedido con el fondo algodonero en la Dirección de Agricultura y Ganadería dependiente del Ministerio de producción cuyo titular es el Ing. Gelid, es la muestra más palmaria de cómo se han ido vaciando las arcas del erario en todos los ministerios, direcciones, municipios y comisiones municipales. En Santiago del Estero no hay político pobre que además gozan de la protección del sistema zamoriano del pensamiento.
En los últimos días, Gelid montó un ridículo operativo en las escalinatas del juzgado federal entrando al mismo como aportante de pruebas en una causa que debería tenerlo como el jefe de una asociación ilícita, pero a los amigos del poder no les llega el inflexible brazo de la justicia, ni el de la federal.
Es que ese círculo virtuoso o vicioso (depende la óptica de quien lo mira) de complicidades es una estructura de bloques trabadas por secretos que cada funcionario le conoce al otro y dejar caer a uno sería la desgracia del resto y en este caso, Gelid podría arrastrar a Zamora, Claudia Ledesma y más de medio gabinete.
Por eso pagarán los perejiles que quizás sin dejar de ser culpables tengan responsabilidades menores a las de la cabeza. Una situación absolutamente distinta se habría presentado para el Ministro en caso de tener diferencias con el verdadero gobernador de la provincia, pues ya habría caído en desgracia siendo detenido, encarcelado y destrozado por medios afines. Tales fueron los casos de Julio Alegre o Chabay Ruíz y hoy algunos defensores de los detenidos son los que defendían a supuestas víctimas en otros juicios a los enemigos públicos de Gerardo Zamora, parecen un elenco estable que actúa defendiendo o acusando según se presenta la ocasión.
Este contraste no hace más que confirmar un método quedado en el tiempo de la lógica utilizada por el kirchnerismo “amigo/enemigo” si hasta los gremialistas enriquecidos a fuerza de utilizar a la clase trabajadora salen a la palestra a criticar al gobierno nacional porque creen ver perjudicados a sus agremiados cuando fueron ellos mismos los que en las mesas de dialogo ofrecieron a sus protegidos a cambio del enriquecimiento progresivo que hoy ostentan orgullosos mientras y son escrachados sistemáticamente en la calle por aquellos que dicen representar.
En ese sistema perverso creado y perfeccionado en el tiempo con una plantilla idéntica a la del juarismo pero aggiornada a la actualidad. El Gobierno Provincial ha producido hechos que van más allá de lo ilegal, debemos entender a “EL ZAMORISMO COMO SISTEMA DE CORRUPCIÓN”