La situación de los empleados del rubro de la gastronomía deben acomodarse o reinventarse una vez más a las disposiciones del gobierno provincial, las limitaciones generan nuevos escollos que deben pasar para poder subsistir.
Uno de los casos que se animó a contar cómo está viviendo está implementación es Eduardo, dueño de una rotisería: “antes del rebrote de casos trabajamos de manera normal, luego tuvimos que adecuarnos y empezamos a hacer pollos a la parrilla los sábados y domingos hasta que llegó calidad de vida y nos hizo una multa y por esto dejamos de laburar”.
«Hace 20 años que trabajo en gastronomía tenemos nuestro negocio pero a causa de esto no hacemos nada” indica, sin embargo, Eduardo tuvo que dejar la cocina de lado agarrar su moto y empezar a rebuscarse.
Los cadetes tampoco son ajenos a las complicaciones, “El tema de los horarios nos complica mucho muchas veces la gente no sale después de las 18 y necesita un elemento de urgencia y no tiene dónde recurrir, por ello pedimos trabajar hasta las 00”
“No poder trabajar, no poder entregar un pedido, te pasaste la hora te complica un montón” concluye este hombre que dejó de lado la gastronomía para poder brindar un plato de comida a su familia, sin embargo las trabas no permiten ejecutar sus sueños.
Agregar Comentario