El lunes 27 fue detenida Rita, falsamente acusada de ser cómplice del aborto clandestino por el cual murió su hija María en agosto de 2016.
Comunicado del Partido Obrero en el Frente de Izquierda
El lunes 27 fue detenida Rita, falsamente acusada de ser cómplice del aborto clandestino por el cual murió su hija María en agosto de 2016.
Por la misma causa estuvieron detenidas el año pasado Eva, hermana de María, y su amiga Ruth, ambas en condiciones totalmente irregulares (tres semanas presas sin que se les tome declaración). El hermano de Ruth permanece prófugo.
Libertad para Rita
Rita es una trabajadora explotada en los campos de la cosecha en Santiago del Estero. Con una historia de violencia de género sufrida a lo largo de toda su vida a manos de su ex pareja, el padre de María, quien estuvo detenido durante dos meses por graves denuncias de violencia de su esposa e hijas. El hombre salió en libertad en diciembre y hoy es querellante en la causa por la muerte de María ¡contra quienes lo denunciaron por violencia de género!
Rita sufrió un ACV hace poco tiempo y su situación es muy delicada. Sin embargo, el poder judicial no dudó en encarcelarla, cuando no tiene los recursos ni la posibilidad física de fugarse ni de entorpecer el juicio.
Luego de la campaña que arrancó la libertad de Eva y Ruth, el poder político inicia una caza de brujas para aleccionar a las mujeres santiagueñas. El encarcelamiento de la mamá de la joven muerta, se dio en el mismo día en que la Corte tucumana dictó la absolución de Belén. Esta persecución empalma con la semana del “No Nato”, una figura instalada bajo el gobierno de Menem y defendida por los gobiernos subsiguientes. La Iglesia quiso aplicar con el encarcelamiento de Rita un contragolpe en Santiago del Estero.
Hay una responsabilidad directa del Estado y la Iglesia en esta persecución. La primera abogada de Eva, ligada a la Iglesia, actuó con negligencia manifiesta y deliberada. Las nuevas abogadas pidieron la eximición de prisión de Rita, pero el juzgado la negó sin brindar notificación, otra grave irregularidad en el plano de la intervención judicial.
Basta de atropellos
En Santiago del Estero no se cumplen siquiera con los casos no punibles de interrupción del embarazo previstos por el Código Penal.
Las mujeres que ingresan con cualquier tipo de infección ginecológica a los hospitales son recibidas por la policía y no por médicos, para interrogarlas.
Se viola sistemáticamente el secreto profesional. No hay estadísticas oficiales de muertas por abortos clandestinos, frente a una realidad social agobiante (peor salario del país, mayor índice de trabajo en negro, altísimo desempleo, etc.). Mientras tanto, las mujeres de las familias más acomodadas pueden abortar en clínicas privadas, muchas de las cuales son propiedad de empresarios de la salud ligados al gobierno.
Esta política sistemática de persecución de las mujeres trabajadoras quiere ser ocultada con medidas cosméticas como el primer “Juzgado de Género”, a cargo de una mujer, que ha demostrado su total impotencia en la Masacre de Villa del Carmen, en la que un hombre con una orden de restricción terminó prendiendo fuego su casa, asesinando a su esposa y sus cuatro hijos.
No está de más destacar que Santiago es gobernado por una mujer y existe la tan mentada “paridad de género” en los cargos legislativos. Aquí ya hemos recorrido la experiencia de que se use la cuestión de género para catapultar a representantes políticas del ajuste.
El de los Zamora es un gobierno que somete a las mujeres a un régimen de precarización laboral, persecución política de las trabajadoras estatales, despidos a trabajadoras del sector de la salud, usencia de derechos laborales, que niega el derecho al aborto no punible y que mantiene el encubrimiento o la inacción frente a los graves casos de femicidios que se suceden.
Exigimos la inmediata libertad para Rita y el desprocesamiento de Eva y Ruth.
Basta de persecución a las mujeres trabajadoras.
Educación sexual y anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para no morir.
Justicia para María, el gobierno al banquillo de los acusados.