Luego de conocido el informe de la ONU sobre la desigualdad social entre otros temas, Gerardo Zamora salió a batallar en sus mitines programados con un caballito de batalla que parece utilizará durante toda su campaña: “LA SITUACIÓN ECONÓMICA DEL PAÍS” ya que en toda oportunidad que tiene deslinda responsabilidades tratando de endilgarle a la Nación las consecuencias de su propia política de riqueza concentrada y de la pobreza justa para el resto.
El ex gobernador pidió a los concurrentes de una reunión política realizada en el club Villa Raquel de la ciudad de La Banda organizada por el FUC (fuerza y unión ciudadana) que “hoy más que nunca debemos tener la solidaridad para estar cerca de cada uno de nuestros hermanos que necesitan contención social”.
Y es que en esta instancia la caradurez parece no tener límites ya que pide una mancomunión que él mismo y su esposa Claudia Ledesma Abdala nunca tuvieron con un pueblo que hoy muestra los índices más vergonzosos del país. Solo comparables con paises del continente africano como Ruanda, Suazilandia, Namibia, Yemen o Uganda.
Ya lanzado en campaña a Gerardo Zamora no le queda otra opción que echarle las culpas a medidas económicas que llevan un año y medio antes de hacerse cargo de sus propios desatinos, despilfarros e indolencias con un pueblo que hoy lo conoce y que en las urnas podrían darle el triunfo aunque de un modo mucho mas ajustado que en elecciones anteriores.
En esta ocasión, Gerardo Zamora tiene en su reserva pocas promesas por hacer y muchas deudas que enmendar y algunos podrán creerle pero muchos otros miran hacia otro lado buscando una opción política que aun no encuentran ya que no hay una oferta que se le proponga al electorado como un plan B, puesto que no hay candidatos de referencia de otras fuerzas politicas.
Hecho curioso, ya que siempre debería ser la oposición quien deba salir a buscar un electorado que no le es propio para convencerlo, que los errores cometidos por el oficialismo pueden ser corregidos por ellos y la situación pueda revertirse. Vistas así las cosas pareciera que hasta los adversarios del variopinto juegan a su favor.
Mientras tanto aunque el senador y su mujer no lo sean, piden encarecidamente “SER SOLIDARIOS CON LOS SECTORES MÁS VULNERABLES”.