Viviana Fernández tiene 31 años y desde el año de vida que padece diabetes, ella se encuentra cansada de su vida puesto que acusa a la obra social IOSEP de controlar su cuerpo y mutilarla lentamente.
Viviana, todos los días se acerca a la obra social para averiguar si hay alguna novedad sobre sus remedios, sin embargo, siempre obtiene la misma respuesta que no tienen. “Desgraciadamente tengo un sueldo de indigente y no puedo costearme los remedios sola”, indica la damnificada.
Ante esta situación afirma que “están a punto de cortarme un dedo por falta de medicación, esto se podría haber evitado si tenía mi medicación en tiempo y forma, estoy agotada que me están mutilando de a poco mi cuerpo”.
Desde el año pasado que viene luchando contra la obra social, no sólo la dejaron sin medicación también sin la posibilidad de percibir ayuda del INCUCAI, puesto que la obra social cortó el convenio que tenía con el Sanatorio Allende de la provincia de Córdoba.
Fernández, debería ir a Córdoba para realizar sus controles de páncreas a que le realicen los dosajes, sin embargo no puede realizar el viaje ya que no está percibiendo ninguna cobertura.
“Es una obra social de m…. te obligan a afiliarte apenas conseguís un contrato” y agrega el “IOSEP está en quiebra, aún no entiendo cómo, ¿qué hacen con la plata?.
Cansada y angustiada por la situación y por no poder obtener una respuesta agrega “mi vida es un infierno, esto ya no es vida, sólo espero morirme pronto, ya no quiero seguir sufriendo y derramar más lágrimas para no seguir sufriendo”.
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