Una historia de violencia e impunidad cargada de injusticias llegó a nuestra oficina hace unos días atrás, allí, Ximena Chedid de 39 años denunció públicamente a su ex marido Jorge Alegre de 43. Contó que decidió terminar la relación porque descubrió “cosas” a las que se dedicaba Alegre. Cabe mencionar que las denuncias ya fueron presentadas en el ámbito judicial en el Juzgado de familia nº3 ante el juez Alejandro Soria Vildoza, pero no tuvieron el resultado esperado.
Ximena se hizo presente en nuestra redacción para relatar en primera persona el verdadero calvario que vive desde que tomó la decisión de separarse de su ex hace ya dos años, y afirma que desde ese momento él le prometió hacerle la vida imposible, y lastimosamente por lo relatado por Ximena cumplió.
Comenzó diciendo que tanto él –por su ex- y su familia, “llevan años y años de impunidad, delinquiendo y que nadie les diga nada. Mi ex suegro ‘Tito’Alegre fue prácticamente testaferro de Juarez” lanzó.
Luego prosiguió y dijo “en el 2014 se fijó una cuota alimentaria de 10 mil pesos por mes, que es a lo que él mismo accedió, pero durante 2015 comenzó a pasarme nada más que 3 mil pesos por mes. Y nosotros tenemos 5 hijos juntos. Estuvimos casados 12 años, y la relación nunca fue buena”.
Cuenta que luego de la separación se produjo un episodio con su ex marido en una estación de servicio: “yo me encontraba con mi pareja actual y llega él –Alegre- y nos cruza el auto y empieza a filmar, sacarme fotos y a agredirme”. Luego de ese episodio, llegó lo peor para Ximena.
Aclara que para las dos partes –denunciado y denunciante- existen órdenes de restricción. Sin embargo, luego del violento episodio registrado en la estación de servicio ya pasado un mes, “cuando entro a dejar a mi hijo más chico al jardín, al salir me encontré con la policía que tenía una orden de arresto en mi contra argumentando que iba a ser detenida por desobediencia judicial y por lesiones leves, aduciendo que yo lo agredo. La denuncia decía que yo me acerqué a pegarle. El expediente que presenta es de terror, hay fotos en donde afirma que yo lo araño y ni siquiera fue revisado por un médico forense. La fiscal Farrán Sarle permitió que fuera examinado por una médica que no era forense. A mí nunca me llamaron para hacerme una prueba de mis uñas al menos”.
Una vez ya detenida en la Comisaría del Menor y la Mujer, agregó que se le acercó un abogado penalista de apellido Acuña y le dijo “quédate piola porque aquí se ha puesto mucha plata para que vos estés aquí. Me pusieron este señor porque no la dejaban participar a mí abogada en Crimen Primera donde está la Jueza Llanos y la fiscal Farrán Sarlé, no le aceptaban el pedido de excarcelación. Cuando llego a la Comisaría me cuentan que él había andado un rato antes. Ahí me hicieron pasar las penurias más grandes. Me obligaron a limpiar los baños, me tuvieron en un patio y no me dejaban pasar una colcha al menos para no dormir en el piso. Así estuve 5 días, sin ver a mis hijos”.
Confiesa que luego de esa traumática situación comenzó el verdadero tormento: “comenzaron las amenazadas, el hostigamiento y las agresiones por parte de su familia, su hermana es Karina Alegre y trabaja en Tribunales en la Defensoría del Menor y me cajonea los expedientes. Está denunciada porque aparece en cámaras de seguridad manejando mi expediente. Además fue la encargada de filtrar la declaración de mis hijos y hacer copias y mandarlas a su hermano. Nunca fue sancionada”
“Otra de sus hermanas agredió verbalmente a mi hijo mayor, entonces luego de esto fui a pedir una orden de restricción para su familia pero no me lo quería otorgar diciendo que el expediente se había perdido, todo esto pasó en el Crimen Primero en donde están la Jueza Llanos y la Fiscal Farrán Sarlé”.
Afirma que la intención de la familia Alegre “es hacerme quedar como una loca y sacarme a los chicos. Les dijeron que ‘mientras vivas con esa puta no vas a tener nada’. Después de esto mi hijo viene a casa y me cuenta toda la verdad, cómo los sentaban y les decían que si vivían ahí con ellos no les iba a faltar nada”.
ABANDONADA POR EL SISTEMA DE PROTECCIÓN A MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
Ximena Chedid contó que fue a todos los organismos que se dedican –o deberían- a la protección de mujeres víctimas de violencia de género “recorrí todas las oficinas de género y la DINAF pero en ningún lado fui escuchada. Ahora espero que esto se haga público porque sería la única manera de pararlos”.
Chedid actualmente se encuentra procesada por desobediencia judicial y lesiones leves.
SOBRE EL INCIDENTE EN LA ESTACIÓN DE SERVICIO
“Cuando llaman a declarar al empleado de la estación él dice que nunca vio nada más que dos personas discutiendo. Dijo que no reconocía ninguno de los autos ni nada. Un mes después ya en la segunda declaración milagrosamente esta persona recobra la memoria y se acuerda hasta de mí. Mi ex marido incluso presentó otro testigo, un vecino de la zona y los dos tanto el playero como este vecino dijeron exactamente lo mismo”.
INTENTO DE DESALOJO
Por si todo lo antes mencionado fuera poco, cuenta que “iniciaron una orden de desalojo. Su hermana me dijo que había un contrato de locación del cual yo nunca me enteré y me mandó una carta documento informándome que se rescindía el contrato. Esto desató una serie de amenazas, robos y persecuciones”. Tanto es así que “un día llego con mi hijo más chico y una moto se mete en contramano, yo pensé que iba a robarme y empezó a zamarrearme y decirme ‘hija de puta ya te vas a dejar de joder’ y nos pusimos a forcejear porque yo esta protegiendo a mi chiquito”. Contó también que “hay gente apostada en mi casa, las cuales son empleados de los Alegre. Ellos mismos dicen trabajar para ‘Tito’Alegre”.
Contó que vivió dos sucesos feos durante el intento de desalojo “un oficial de justicia vino a hacerme un inventario de los muebles, y a uno no lo dejé entrar porque no decía que era una orden para ingresar. Mi abogada le dijo que no iba a ingresar, y estuve presa en mi propia casa desde las 14 hasta las 22hs”.
DESINTERÉS HASTA POR LA SALUD DE SU PROPIO HIJO
Sorprendentemente, Jorge Alegre decidió no aportar dinero para que su propio hijo de 12 años pudiera recibir el tratamiento adecuado para sus problemas renales. Chedid cuenta que el propio pequeño se comunicó con su padre para decirle que necesitaban de manera urgente el dinero y éste habría contestado que “no”. Ximena cree que “se negó porque cree que quiero sacarle plata”. “Mi hijo tiene estos problemas desde los 11 meses. Tiene un riñón comprometido me explicó el Dr. Marrodan del CEPSI y tienen que sacarle”.
A través de esta denuncia queda explícito el calvario que es para la víctima denunciar a su víctimario.