Las primeras horas de competencia en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 ya arrojaron tres casos de doping positivo y los atletas involucrados en los mismos no sólo son impedidos de participar sino que -en alguna situación- también fueron expulsados de la Villa de Barra.
Los deportistas involucrados son la nadadora griega Theodora Giareni, al boxeador irlandés Michael O’Reilly y el levantador de pesas oriundo de Chipre, Antonis Martasidis.
El Comité Olímpico griego (HOC) informó que el examen practicado a la nadadora Giareni fue realizado en julio pasado, fuera de la denominada «ventana olímpica», pero recién dado a conocer en las últimas horas.
La situación de O’Reilly fue bastante similar. El Comité Olímpico de su país le impidió a este púgil de 75 kilogramos viajar hacia Brasil, cuando estaba dispuesto a embarcar en el vuelo, hace tres días aproximadamente. El examen arrojó la presencia de «una sustancia prohibida» en el cuerpo del boxeador, de 23 años.
El caso de Martasidis (24 años) resultó el más significativo. El levantador de pesas en la división hasta 85 kilogramos había llegado a Río de Janeiro, se había instalado en la Villa y fue retirado por la fuerza, cuando se comprobó que había ingerido, en julio pasado, un compuesto que arrojó positivo, tras haber analizado su orina.