Fuente: Clarín
Santiago del Estero es la única provincia del país que no tiene representantes de la oposición en el Congreso y todo indica que seguirá siendo así.
Los 3 senadores y los 7 diputados nacionales que le corresponden al distrito son del Frente de Todos. Este año renuevan 3 legisladores, pero si se repiten los resultados de las PASO, quedarán otra vez en manos del oficialismo. La alianza de los Zamora con el kirchnerismo y la dispersión opositora son parte de la explicación de este fenómeno inédito.
El gobernador Gerardo Zamora -que este año busca su cuarto mandato al frente de la provincia- es el líder del Frente Cívico que gobierna la provincia desde 2005 y nuclea a radicales y peronistas.
Zamora fue el primer gobernador electo después de la intervención federal ordenada por Néstor Kirchner y avalada por el Poder Legislativo para poner fin al «deterioro institucional» que sufría la provincia tras décadas de dominio del matrimonio Juárez.
Si bien Zamora y su sucesora, su mujer Claudia Ledesma Abdala, siempre estuvieron alineados a Cristina Kirchner y apoyaron la candidatura de Alberto Fernández en 2019, ese año fueron con listas separadas en la categoría de senadores.
Así, el Frente Cívico, que ganó la elección, se quedó con los dos senadores de la mayoría, y el FdT que salió segundo con el senador de la minoría. Pero apenas Cristina Kirchner asumió como presidenta del Senado, eligió a la senadora electa Ledesma Abdala como presidenta previsional del Senado y todos los santiagueños se unificaron en el bloque oficialista.
El último senador santiagueño no oficialista fue el radical Emilio Rached, ex vice gobernador de Zamora, que había ingresado a la cámara alta en 2007 por el Frente Cívico, pero que en la discusión de la famosa Resolución 125, rompió con el zamorismo para oponerse a las retenciones y obligó al entonces vice presidente Julio Cobos a desempatar con su voto «no positivo». Su mandato terminó en 2013.
La situación en la cámara baja
En Diputados, las bancas se asignan por sistema D’Hont de reparto proporcional, pero la diferencia de porcentajes de votos obtenidos es tan grande que la oposición no llega a meter ni un legislador.
Los siete diputados actuales de Santiago del Estero son del Frente de Todos. En la elección de noviembre renuevan 3, pero si se repiten los números de las PASO seguirán perteneciendo al mismo espacio.
En las primarias, el Frente Cívico ganó con el 55 % de los votos, contra el 15 % de Juntos por el Cambio y el 10 % del Frente Renovador, que en esa provincia no está integrado al oficialismo.
La última diputada de la oposición fue justamente Mariana Morales, del Frente Renovador, electa en 2015, que terminó su mandato en 2019, antes de que el espacio conducido por Sergio Massa, se sumara al Frente de Todos. Para encontrar un opositor no peronista hay que remontarse a 2005.
¿Por qué el oficialismo lográ tanta diferencia? «Es un estado superpoderoso, ultra centralizado en una persona: Zamora. A mí entender, no existe la división de poderes. La militancia para quienes piensan distinto al Gobierno, se torna arriesgado. Ejemplos de ellos, son quienes en el interior por manifestar su postura política no reciben agua en zona donde no hay agua potable» denuncia Damian Orellana, concejal y presidente de la Juventud PRO de Santiago.
«Antes de cada elección activan la maquinaria clientelar», agrega Orellana y enumera algunas de las últimas decisiones. Entre ellas, la entrega, el mes pasado, de un bono de $ 90 mil y el aumento del 57% de los sueldos para los empleados públicos.
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