Ricardo Mollo, el líder de Divididos, sorprendió al confesar en una entrevista que estuvo a punto de tocar en Cromañón la noche del 30 de diciembre de 2004, el día de la tragedia en la que murieron 194 personas, pero no lo hizo por las condiciones en las que se encontraba el lugar.
«Nosotros en Cromagnón íbamos a tocar, no lo hicimos porque no estaba en condiciones«, fueron las palabras del músico en Agarrate Catalina, el ciclo emitido por La Once Diez/Radio de la Ciudad. Y agregó: «Vimos que el lugar no estaba preparado para albergar tanta gente, vimos que las instalaciones no eran aptas, que no eran seguras».
Mollo contó que ese mismo día fueron a visitar las instalaciones y que él mismo pregunto por las salidas de emergencias y las telas que estaban colgadas pero dieron respuestas que no lo «convencieron». «Dijimos ‘gracias’ y nos fuimos», precisó.
En ese sentido, se refirió a la tragedia de Costa Salguero y el vínculo entre la música y las drogas: «Creo que se trata de echar el ojo en el más débil, en alguien que salió a divertirse y terminó en manos de lo que se va estableciendo, en ese afloje de controles y relajarse de esta situación, en esa desprevención pasan las cosas, pasan porque dejan de estar atentos al otro». Insistió en que «controlamos mucho eso (con Divididos), por eso tocamos en lugares chicos, porque sino en los lugares grandes hay cosas que se te van de la mano, hay mucha desidia».
