La protección al parecer será absoluta sin ahorrar ningún tipo de esfuerzo para que todo quede en el punto donde comenzó, es decir, en la nada misma.
Pasado algo más de un mes de estallado el escándalo en la Dirección de Agricultura y Ganadería, dependiente del Ministerio de Producción ergo del ministro Gelid, ya nadie habla del tema. Los medios oficiales que lo reflejaban hacen mutis por el foro. Desde el gobierno nadie más se ha referido a la causa. La justicia entretiene a la tribuna con el tema PAMI pero sobre la estafa al erario con el sistema de cobro de cheques nada.
Este accionar demuestra que quien es amigo del poder local goza de la impunidad y de las ventajas que otorga el hecho de estar de ese lado de la vereda. Métodos absolutamente diferentes se han usado con detractores políticos que en algunos casos fueron victimas de trampas en las cuales cayeron, luego fueron encarcelados y destrozados por los mismos mass media que hoy miran hacia otro lado. La protección al parecer será absoluta sin ahorrar ningún tipo de esfuerzo para que todo quede en el punto donde comenzó, es decir, en la nada misma.
LO QUE NADIE DIJO
Desde el gobierno de la provincia y luego del circo montado por el cual Gelid se presentó con pruebas que demostraban lo oprobioso del accionar de los vándalos encarcelados, los mismos fueron liberados con fianzas muy inferiores al monto que se calcula habrían robado. Y es que en realidad fuentes cercanas aseguraron a este medio que en esa ocasión Gelid salió por otra puerta y ni siquiera subió a realizar declaración alguna.
Como dijimos en una nota anterior, la caída en desgracia de uno de esos funcionarios de segunda línea podría arrastrar al ministro y este a la gobernadora, concretando así la desgracia absoluta para el poder ejecutivo local. Es por eso que los lazos de silencio y el cuidado de cada una de las partes es infranqueable para una investigación periodística, no así para una judicial que seguramente y por estos momentos, tiene absolutamente todos los elementos para llegar hasta el fondo. Sin embargo, hasta la justicia federal parece estar cooptada por el poder político de los Zamora.
Resulta hasta risueño que hayan permanecido detenidos empleados de segunda línea de cuyas indagatorias nada se conoció y que nunca se haya pensado siquiera en llamar a indagatoria a la autoridad máxima de esa cartera, es decir, al Ingeniero Gelid. Esta causa será aparentemente una más de las graves cuestiones que pasen a engordar el largo listado de aberraciones que engrosarán las carpetas que quizás algún día se utilicen en contra del matrimonio feudal, pero mientras tanto AQUÍ NO HA PASADO NADA SEÑORES.
