La burbuja de River se pinchó. La de San Lorenzo se canceló antes de empezar. Y la de Boca arrancó la segunda semana de concentración y entrenamientos en Ezeiza, a la espera de los resultados de los nuevos test de coronavirus que les hicieron a todo el plantel, después de que varios jugadores manifestaron algunos síntomas durante el fin de semana.
El plantel de Miguel Angel Russo lleva cuatro semanas de trabajo y dos dentro de la burbuja. Iván Marcone sigue afuera, luego de haber dado positivo nuevamente, mientras que Agustín Almendra, Edwin Cardona y Gonzalo Maroni están a la espera de poder incorporarse…
En principio, la idea del entrenador es que esta semana no se incorpore nadie al ambiente cerrado en el que trabajan y, en todo caso, recién lo hagan a comienzos de la próxima.
Los hisopados a los futbolistas, cuerpo técnico y empleados que comparten la burbuja se adelantaron justamente por los síntomas que aparecieron en varios integrantes en los últimos días.
Los jugadores afectados no participaron del entrenamiento de este lunes, sino que se quedaron en sus habitaciones del hotel.
La noticia generó preocupación en Boca, a menos de tres semanas de la reanudación de la Copa Libertadores, el jueves 17 contra Libertad en Paraguay.
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