El caso de Jorge Martín Gómez, el hombre de 41 años que murió tras recibir una patada en el pecho de un policía porteño, generó un enorme revuelo y reabrió el debate sobre los límites que debe tener el accionar de las fuerzas de seguridad.
En ese contexto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el accionar del agente identificado como Esteban Armando Ramírez: «El policía lo quiso reducir, no lo quiso matar. Estaba protegiendo a los ciudadanos de una situación amenazante, ese es el marco general que hay que plantear».
En declaraciones a radio La Red, la funcionaria consideró que lo mejor hubiera sido que el efectivo de seguridad tuviera otro tipo de arma para intervenir ya que, remarcó, la víctima del hecho portaba un cuchillo y era una «clara amenaza» para quienes estaban a su alrededor. Por ejemplo, indicó, podría haber sido una situación idónea para el uso de una pistola Taser, las armas electrónicas no letales que adquirió el Gobierno este año.
«¿Qué pasaba si esa persona mataba a alguien y había un policía al lado?«, preguntó Bullrich respecto a Gomez, que era empleado en un taller de relojes de taxis y según fuentes policiales portaba un cuchillo, un pequeño destornillador y un gancho metálico.
«Es una discusión que venimos dando en Argentina. Nosotros decimos que a la policía hay que protegerla cuando cumple su deber«, destacó la ministra de Seguridad. «No se puede solo mirar el video, hay que entender el contexto de una persona que estaba generando una amenaza«
«Es una situación compleja pero que se entiende en el marco de una situación de agresividad y de conmoción de una persona que podía usar su cuchillo contra cualquier ciudadano o cualquier familia que estaba en el lugar», indicó la ministra.
«El cuchillo es una de las armas más peligrosas que puede tener una persona», remarcó. «Tenemos el famoso caso del turista norteamericano herido con un cuchillo y en Salta, en Jujuy, en Santiago del Estero, en Tucumán, la muerte con cuchillo es una muerte muy común».
«Venimos planteando que la policía tiene que tener armas adecuadas», explicó Bullrich respecto del comportamiento que eligió el efectivo: «En este caso tuvo que usar su cuerpo y tuvo un desenlace lamentable que sin duda no lo buscó. Trató de no acercarse porque todo policía sabe que tiene que estar a 7 metros de una persona con un cuchillo y no sacó su arma de fuego».
En tanto, el oficial inspector Ramírez, que enfrenta una calificación según datos de la Cámara Criminal y Correccional por «homicidio preterintencional» fue indagado anoche por la jueza Yamile Bernán, del Juzgado Nº 8, que deberá resolver hoy un pedido de excarcelación que hizo su defensa, a cargo de los abogados Raúl Alcalde y Manuel Ramallo.
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