Martín Palermo, asentado como entrenador de la Unión Española de Chile, se tomó un buen tiempo para reflexionar de varios temas. Uno, es la situación del país que gobierna Mauricio Macri, un hombre al que Titán conoce muy bien desde sus tiempo de presidente de Boca Juniors. «Con Mauricio tengo relación, nos mandamos mensajes y de vez en cuando hablamos. Él está pendiente de cómo nos va en Chile, más allá de que haya mil cosas más importantes en la Argentina», reveló.
Luego, el ex número nueve del Xeneize relató, en un mano a mano con La Nación, que «veo que Macri está buscando encaminar al país, salir a flote en muchos temas. Noto optimismo. Será de a poco, es imposible de un día para el otro, pero desde afuera ven que Argentina está dando pasos para cambiar. No conozco mucho de política, pero veo las cosas que suceden. Cuando charlo con familiares o amigos, me cuentan que se están queriendo cambiar y mejorar algunas cosas».
Además, el ex DT de Godoy Cruz habló de las diferencias que existen entre el fútbol argentino y el chileno: «El fútbol argentino es feroz, en cambio en Chile no hay un resultadismo tan extremo y eso permite que el debate por el juego esté más presente. Y eso lleva a que los entrenadores puedan trabajar con más calma y no les transmitan histeria y tensionas a sus jugadores. Si un técnico está condicionado, transmite miedo. En cambio, como se ve que en Chile respetan mucho más los proyectos, el técnico se siente respaldado para insistir en su idea».
«Podés llegar a perder uno o dos partidos, y más allá de alguna crítica o algún enojo del hincha, no te van a pinchar las ruedas del auto, no te van a tirar piedras, ni tu familia la va a pasar mal en la cancha. Eso tendría que ser lo normal, ni siquiera habría que destacarlo», añadió el entrenador, quien aseguró que «en la Argentina vivimos en los extremos, y en Chile son más tranquilos. Entonces se puede trabajar con calma y paciencia. En los entrenamientos del día a día no ves ese acoso de los hinchas o de los medios».
Acerca de las redes sociales, afirmó: «Ni Twitter, Facebook, Instagram. No tengo nada de eso. Soy reacio a todo eso. Veo que la gente se relaciona más por ahí que en la vida real. Y veo, también, que la gente está muy pendiente. Cuando ganas está todo bien, en los comentarios opinan que todo es lindo, y cuando perdés es una carnicería. Y no es así. No, tenés que cuidar el equilibrio. Ni está todo bien cuando ganás ni sos un desastre ni un burro en la derrota».