También «si cree conveniente la estrategia que el presidente Alberto Fernández definió como ‘jugar al póker’ con los acreedores sin mostrar las cartas», en lugar de «establecer primero un acuerdo con el FMI (cuando existen deudas previas) y poner en marcha un programa económico capaz de recrear la confianza».
Otra consulta que consignaron a Guzmán es «si tiene previsto iniciar tratativas para un nuevo programa con el Fondo y qué características asumiría», y «cómo se prevé afrontar los pagos de intereses y amortizaciones de capital» con ese organismo, en particular los U$S1600 millones de intereses que vencen a lo largo de 2020.
A su vez, le preguntan si «el Gobierno piensa proponer «reformas estructurales» como soporte a la sustentabilidad a la deuda pública, y si «se está evaluando la emisión de cupones atados al crecimiento del PIB como se ofrecieron en la reestructuración del 2005-2010. Además, el bloque opositor le pide al ministro que explique si «están en estudio brindar garantías especiales a los bonistas», y si «habrá trato igualitario para todos los acreedores en la oferta».
Tras seis meses de ausencia, vuelve el FMI al país
La delegación del FMI estará presidida por el encargado del caso argentino, Luis Cubeddu, que ya desempeñó ese mismo cargo pero en 2002, cuando el gobierno nacional renegoció la deuda bajo la presidencia de Néstor Kirchner y con el entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna. Así, el venezolano reemplazó a Roberto Cardarelli, que encabezó la última misión del Fondo en Buenos Aires, que tuvo lugar a fines de agosto.
En un comienzo, la misión iba a estar hasta el viernes en Buenos Aires pero debido a la necesidad de recabar más datos, también dentro del sector privado, con consultoras, bancos y empresarios, extendieron hasta el miércoles de la semana que viene su estadía.
En los primeros días, se reunirá con funcionarios nacionales, como es la costumbre, de los sectores de Hacienda y de Finanzas, junto con las autoridades del Banco Central, para tener de primera mano un diagnóstico de la actual situación económica del país y las perspectivas para el corto y mediano plazo, e informar a las autoridades del organismo.
Pero también buscarán las opiniones de los empresarios, de los bancos y de analistas financieros, como parte de una agenda que «se define día por día», dijeron las fuentes allegadas a la negociación.
El auditor regional del FMI, Alejandro Werner, explicó a fines de enero último que «la misión se enfocará en cooperar con las autoridades argentinas en términos de entender el marco de política económica y poder hacer nuestras proyecciones sobre el país, al entender mejor las medidas que se están tomando para mejorar la situación de la pobreza y reactivar la economía».
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