Durante estos últimos días se supo que Santiago del Estero batió el Record Guinnes a la ciudad más calurosa del mundo, registrándose en la misma 45 grados Celsius y una sensación térmica que roza los 50. Lejos de estar contentos con esta distinción, los habitantes de la provincia sólo atinan a sonreír sarcásticamente y a aceptar convivir con este «infierno».
A sólo 120 kilómetros de nuestra ciudad capital se encuentra la pequeña localidad de Lugones -Departamento Avellanera- a la cual le toca padecer este báratro como consecuencia del abandono por parte del gobierno provincial, siendo uno de los pueblos con el índice de pobreza más alto de Santiago del Estero.
Según denunciaron los lugareños, hace más de 1 mes que subsisten casi sin agua corriente, ya que el flujo de este líquido indispensable para el desarrollo de la vida, sólo se encuentra habilitado durante dos horas al día, una por la mañana y otra a la siesta.
Como si fuese poco, el mínimo caudal de agua que llega a la zona no es potable, por lo que se ven obligados a comprar agua embotellada para su consumo. En relación a eso uno de los vecinos relató “La planta tiene tres clases de filtros y ninguno funciona, solo cloro le agregan al agua, por lo tanto sólo sirve para lavar la ropa y bañarse, aunque la mayoría de la gente la bebe igual”.
Por su parte el comisionado del lugar, en un intento por calmar a los pobladores, prometió que se instalaría una planta potabilizadora nueva y que además repartirían agua en camiones a aquellos vecinos que tienen dónde descargar.
“En realidad es una promesa vacía para salir del paso, mientras tanto nosotros seguimos sin agua e incluso este domingo de Navidad solo contamos con una hora de agua corriente a la mañana” explicaron.
