En su última presentación ante la Justicia Ernesto Clarens dio detalles del entramado de corrupción en la causa por los cuadernos de las coimas. El financista vinculado a Néstor Kirchner entregó un pendrive con una lista de 120 obras en las que hubo sobreprecios y por las que se pagaron sobornos, que él mismo cobraba.
Clarens aparece mencionado por algunos empresarios como el recaudador de los bolsos con sobornos que le pagaban a exfuncionarios de los gobiernos K. Pidió acogerse al régimen del arrepentido, pero el acuerdo todavía no fue homologado por el juez federal Claudio Bonadio. Es dueño de la financiera Invernes, investigada en la causa por lavado conocida como «La Ruta del Dinero K», por la que está detenido Lázaro Báez. Hoy el financista vuelve a presentarse en Comodoro Py.
Hasta el momento, Clarens había admitido ser un engranaje «más» en el mecanismo de recaudación ilegal. Aseguró que él mismo cobraba los sobornos, que recibía en pesos y que luego los convertía a dólares, y que se «quedaba» con un porcentaje. La Justicia verificó parte de sus dichos a través de las declaraciones de otros imputados, como el empresario Juan Chediack, que dijo que el financista fue a cobrarle una coima a su casa en Tortugas Country Club.
En su última presentación dijo sobre la planilla que le entregó al fiscal federal Carlos Stornelli que de las 120 obras consignadas, en 95 de ellas los empresarios que se las adjudicaban tenían que pagar «retornos». El financista descontaba el 20% de los certificados de obras. De hecho, un empresario arrepentido en la causa declaró ante Bonadio que Clarens le dio una factura por una coima de $ 4.530.000 que le pagó a cambio de que Vialidad Nacional le acelerara los pagos por obra pública.
Clarens dio nombres de las compañías y hombres de negocios involucrados en las irregularidades, que a veces enviaban un «emisario» para pagar los sobornos. Los fondos de la corrupción eran entregados al secretario privado de Kirchner Daniel Muñoz, que murió en 2016.
En su declaración, Clarens hizo referencia a los diálogos que mantuvo con el encargado de recibir los bolsos en el departamento de los Kirchner en Recoleta. Además explicó que en algunas ocasiones Muñoz le pidió que las coimas que le entregaba no fueran en dólares, sino en billetes de 500 euros, consigna La Nación.
El viernes pasado Stornelli pidió su detenciónen la causa originada por las anotaciones sobre la corrupción que hizo el chofer Oscar Centeno, y el financista decidió ampliar su declaración. Bonadio todavía no avaló su pedido de convertirse en arrepentido, ya que considera que no entregó toda la información que sabe sobre el entramado de corrupción.
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