El escrito del fiscal Moldes, presentado ante el juez de la causa, solicita que los militantes del Partido Obrero que participaron en los incidentes en el Congreso vuelvan a la cárcel, por considerarlos una “tropa de una disciplinada y belicosa milicia“.
Los militantes del Partido Obrero César Arakaki y Dimas Ponce fueron detenidos tras los incidentes del 18 de diciembre de 2017, y fueron procesados por los delitos de “lesiones en agresión, intimidación pública y atentado contra la autoridad, agravado por haber sido cometido a mano armada y por una reunión de más de tres personas“. Finalmente el juez a cargo de la causa, Sergio Torres, los liberó por considerar que no habían sido ellos quienes hirieron de gravedad al policía de la Ciudad Brian Escobar.
Tras su liberación, el fiscal federal Carlos Rivolo apeló las excarcelaciones de los manifestantes y solicitó a la Cámara Federal porteña que agrave la acusación en su contra y disponga su prisión preventiva. En su apelación, el fiscal Rivolo sostuvo que Arakaki y Ponce deben ser procesados por el delito “rebelión” además de “intimidación pública y atentado a la autoridad“.
La apelación de Rivolo fue respaldada por el fiscal ante la Cámara Federal Germán Moldes, quien en un escrito publicado en Infobae sostiene que “sobran los indicios que demuestran que Arakaki y Ponce revistan como cuadros o tropa de una disciplinada y belicosa milicia dotada de estructura y organización semi-militarizada y que, en tal carácter, participaron de las acciones del 18 de diciembre en la Plaza de los Dos Congresos, cuando se alzaron contra uno de los poderes del Estado para impedir que cumpla su función“.
“Teniendo en consideración los medios y dispositivos ofensivos con los que concurrieron a lo que se suponía no sería otra cosa que una ‘manifestación pacífica’ entiendo, con el Fiscal apelante, que tal como lo exige el código represivo nos hallamos frente al supuesto de quienes ‘se alzaren en armas contra alguno de los poderes públicos del Gobierno nacional …’ o procuren “… impedir, aunque sea temporariamente, el libre ejercicio de sus facultades constitucionales“, asegura Moldes en el texto donde solicita que ambos militantes sean nuevamente detenidos.
Moldes considera que dichos militantes “despliegan una aceitada gimnasia apta para eludir el accionar policial echando mano a todo un rimero de elementos de camuflaje y disfraz con el fin de evadir la acción de las fuerzas del orden y una parafernalia de asistencia anterior, concomitante y posterior al desarrollo de su actividad criminal” y afirma que tienen “el auxilio y la participación orgánica de socorristas, profesionales, comunicadores y supuestas ‘organizaciones sociales’ prevenidas al efecto“.
El extenso escrito concluye con un texto extraído de la obra “La Hora de Todos y la Fortuna con Seso”, de Don Francisco de Quevedo y Villegas. En el libro se realiza una parodia a los dioses del Olimpo transformándolos en personajes del hampa, algo que resulta extraño para leer en una resolución. “No se enojen pues los Sres. Jueces si termino ésta, mi humilde presentación, con una breve cita de “La Hora de Todos y la Fortuna con Seso” de Don Francisco de Quevedo y Villegas“, escribe Moldes, antes de advertir: “No se queje el cadáver de los gusanos que le comen porque él los cría; cada uno mire que no se corrompa porque será padre de sus gusanos. Todavía estamos a tiempo. Es hora de decir basta“.
Agregar Comentario