Y llegó el peor momento de su vida, al menos desde que el juez Casanello rechazara el pedido de excarcelación del empresario kirchnerista Lázaro Báez, hecho que lo llevó directamente a la cárcel, alojado en el Hospital Penitenciario Central, ubicado dentro del mismo complejo.
De esta manera, Lázaro Báez y Daniel Pérez Gadín, arrestados por el juez federal Casanello, anoche partieron rumbo al penal de Ezeiza con el único aliciente de que no estarían en un pabellón común.
Ayer, Báez escuchó la imputación en su contra – ser el dueño de los 5.100.000 dólares que son contados por su hijo en los videos de la financiera S.G.I y que obtuvo de manera ilícita mediante la evasión de impuestos en el uso de facturas falsas– y dijo que iba a presentar un escrito de defensa y que no iba a contestar preguntas.
Además, informó que tiene problemas de salud, sufre hipertensión y diabetes, que requerían medicación y solicitó tener acceso a los remedios que toma.
Luego de sus declaraciones, el primer intento para volver a sus casas fue el pedido de excarcelación del empresario Lázaro Báez y su contador Daniel Pérez Gadín, para quienes sus defensas siempre estuvieron a derecho en el expediente y no había sospecha de fuga.
Pero no. La cárcel finalmente fue el destino de sus últimas horas.