FUENTE: CADENA 365.COM
Sólo 1 de cada 10 consultados tiene un concepto positivo de sus políticos. 70% considera que están involucrados en hechos de corrupción. La AFA con los peores índices de credibilidad del país.
Los resultados surgen de una investigación realizada por la Universidad Siglo 21 sobre el nivel de credibilidad de los argentinos en los políticos y las instituciones.
4 de cada 10 sostienen que la situación económica del país era mejor en 2015 y 6 de cada 10 espera que la situación se revierta en 2017.
Con el objetivo de analizar el nivel de credibilidad que tienen los argentinos sobre sus políticos y las instituciones, la Universidad Siglo 21 desarrolló una investigación de la que participaron 1050 ciudadanos de ambos sexos, entre los 18 y los 65 años de edad, de diferentes ciudades del país: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Rosario y San Miguel de Tucumán.
Los políticos argentinos
De la investigación se desprende que 8 de cada 10 argentinos tiene una valoración negativa de sus políticos. Esto hace referencia a la evaluación que los ciudadanos realizan sobre los funcionarios, y la concepción que tienen sobre ellos.
En este sentido, el 60,5% de los encuestados consideró que los políticos no cumplen sus promesas de campaña. En la misma línea, el 70,1% considera que están involucrados en hechos de corrupción y el 72,1% que responden mayoritariamente a intereses propios en vez de buscar el interés general. Sin embargo, en relación a la capacidad de cumplir sus deberes de funcionario público, la opinión se muestra más dividida, el 48,7% se manifiesta indiferente mientras el 40% los considera directamente incapaces.
En tanto que sólo 1 de cada 10 tiene conceptos positivos sobre los mismos.
Corrupción
1 de cada 4 encuestados cree que Argentina está peor que el resto de los países de Latinoamérica, mientras que 1 de cada 2 piensa que no existen diferencias entre los países de la región. Respecto de la comparación de los niveles de corrupción entre Argentina y los países europeos, el 67% de los argentinos creen que nuestro país tiene un mayor nivel de corrupción, mientras que sólo el 6% cree lo contrario.
El 70,1% de los consultados considera que los políticos argentinos están involucrados en hechos de corrupción y el 72,1% que responden mayoritariamente a intereses propios en vez de buscar el interés general.
Las políticas de Estado
Otra de las dimensiones contempladas en el estudio es el rendimiento de las políticas de Estado que, en su mayoría fueron calificadas como ineficaces o parcialmente eficaces. Las que presentan mayores índices de ineficacia según los encuestados son: la lucha contra la delincuencia (58,7%), la reducción del narcotráfico (55,4%), la reducción de la corrupción (54,5%) y la reducción de la contaminación ambiental (45,7%).
En relación a las políticas parcialmente eficaces, un grupo mayoritario de aproximadamente 50% de los argentinos, cree que algunas de las políticas llevadas a cabo en nuestro país no tienen la capacidad de lograr sus objetivos, mientras que otras acciones sí logran las metas deseadas.
Percepción de la situación económica
En relación a cómo los argentinos vislumbran la situación económica actual del país, las tendencias que se observan son similares entre sí. El mayor porcentaje de los argentinos la consideró desfavorable (37,2%), una similar proporción (33,3%) la considera intermedia, ni favorable ni desfavorable. Finalmente un menor porcentaje la concibe como favorable (29%).
Al ser consultados sobre cómo estaban el año anterior, la mayoría de los consultados (42,5%) considera que la situación económica era mejor en 2015 mientras un menor porcentaje (30,5%) la percibe igual. En tercer lugar quedan quienes la consideran peor (24,4%).
Finalmente, al indagar sobre la proyección económica para 2017, los argentinos consideran que mejorará (58,4%). En contraposición, un porcentaje menor (20,6%) piensa que empeorará y otros (14,5%) establecen que estará igual.
“Este estudio nos desafía a pensar la forma de organizar tanto el sistema de gobierno como sus instituciones, de manera que sea posible transmitir credibilidad y confianza al conjunto de los ciudadanos. Tal es el desafío de nuestra universidad, contribuir al desarrollo de conocimiento científico para el resguardo del sistema democrático” expresó el Magister Gabriel Escanés, investigador de la Secretaría de Investigación de la Universidad Siglo 21.
Evaluación de las funciones del Estado
Otro de los aspectos en los que el estudio indagó fue cómo evalúan la prestación de los servicios básicos del Estado. En este sentido, la dimensión más descuidada para los argentinos es la seguridad. Así, un 59,8%, de los encuestados la evaluó negativamente mientras que un 37,7% de manera regular y sólo un 1,7% como positiva.
Instituciones
Al considerar la valoración individual de las 21 instituciones estudiadas, los participantes de la investigación señalaron a la Organización Mundial de la Salud como la más confiable del ámbito internacional y a las universidades argentinas en la órbita nacional, mientras que, por el contrario, la Asociación del Fútbol Argentino, actualmente conducida por la “comisión normalizadora”, está vinculada con el mayor nivel de desconfianza institucional entre los argentinos.
Con respecto a las instituciones gubernamentales, los argentinos han calificado con niveles intermedios y bajos a la credibilidad depositada en éstas. Así, por ejemplo, el organismo a cargo de organizar y ejecutar la política electoral de Argentina, la Presidencia de la Nación y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos comparten niveles intermedios de confianza, mientras que, en contraste, las agrupaciones políticas, el poder judicial y la policía se ubican entre las instituciones con mayor desconfianza por parte de la población.
En relación con las instituciones supranacionales consideradas, tanto el MER.CO.SUR como el Vaticano y la Organización de las Naciones Unidas registraron calificaciones ambivalentes en cuanto al nivel de confianza, por lo que su promedio se encuentra dentro de los valores intermedios de credibilidad. En otras palabras, en general, los argentinos no se muestran confiados ni desconfiados por estas instituciones.