El 30 de octubre, el juicio por «la ruta del dinero K» cumplirá un año. La fecha coincidirá, de acuerdo al cronograma estipulado, con la declaración de los últimos testigos. Hasta ahora declararon 90 personas y todavía restan otras 34. Recién en noviembre, el juicio entraría en etapa de alegatos. Con 4 acusadores y 27 imputados, se descarta que esa instancia demorará al menos dos meses, salvo que el TOF 4 decida imprimirle otro vértigo al juicio, sumando más audiencias semanales. Así, la sentencia que involucra a Lázaro Báez, a sus hijos, y al resto de los imputados se postergaría para el 2020.
El juicio tiene apenas una audiencia por semana, los miércoles. Con esa agenda tan ajustada, cualquier imprevisto con los testigos demora el cronograma. Lo más común es que se extiendan las declaraciones y se reprogramen para la siguiente audiencia. Pero no es el único factor. En las últimas tres semanas no hubo audiencias por un problema de salud del presidente del tribunal, Néstor Costabel. El juicio se reanudará recién este miércoles.
Lázaro Báez asistió a las primeras audiencias, a fines de 2018, y luego dejó de ir. Hace tres meses, también se ausentó su abogado, Victor Hortel, ex jefe del Servicio Penitenciario Federal. Primero se habló de un motivo de salud, pero nunca quedaron claras las razones de su ausencia. Al empresario ahora lo representan José Velázquez, que también defiende a su hija Luciana, y Elizabeth Gasaro.
Aunque hubo negociaciones en distintas instancias de la causa, el empresario nunca se quebró y nada indica que modifique su estrategia cuando tenga la posibilidad de hablar ante los jueces.
Los que más asisten al juicio son Leonardo Fariña y Federico Elaskar. Se sientan juntos y suelen intercambiar comentarios por lo bajo a lo largo de las audiencias. La relación entre ambos mejoró durante el desarrollo del juicio. Otro que suele decir presente es Fabián Rossi, ex marido de Iliana Calabró.
Pese a las demoras y algunas audiencias con mayor tensión, el trámite del juicio no tuvo sobresaltos. La noticia más impactante fue la detención de Martín Báez, en febrero de este año, por un extraño movimiento de unos USD 5 millones en cuentas del exterior.
También están presos el contador Daniel Pérez Gadín y el abogado Jorge Chueco. Todos están imputados por ser parte de una estructura societaria financiera, que lavó 60 millones de dólares entre 2010 y 2013.
Las fuentes consultadas por Infobae aseguran que el desarrollo del juicio «fue muy positivo para los acusadores«. Eso implica que habría condenas para la mayoría de los imputados. «Hasta los hijos de Báez declararon en su contra», evaluó una fuente judicial que asiste a todas las audiencias.
Entre los testimonios más importantes aparece un ex empleado de La Rosadita que confirmó los movimientos de dinero en esa financiera.
Hasta ahora declararon unos 90 testigos y faltan otros 34, aunque muchos son de menor relevancia y podrían suprimirse. Con ese cronograma, las audiencias de testigos terminarán recién el 16 de octubre, once días antes de las elecciones generales.
Luego será el turno de las alegatos, las últimas palabras y la sentencia. «Con más de 30 partes involucradas (tomando en cuenta la Fiscalía y las querellas), llegamos a febrero seguro», evaluó otro protagonista del juicio.
Con ese escenario, los jueces del TOF 4, Guillermo Costabel, Gabriela López Iñiguez y Adriana Pallioti, deberán volver a tomar una decisión sobre la prisión preventiva de Báez, que ya lleva más de tres años en la cárcel de Ezeiza.
La última prórroga empezó a regir el 5 de abril de este año y era solo por ocho meses. En ese momento, los camaristas explicaron que si bien la ley establece un máximo de dos años para una prisión preventiva sin condena, prorrogables por un año más, hay excepciones que permiten su continuidad.
La prórroga vence el 5 de diciembre, apenas cinco días antes de la asunción del nuevo Gobierno.
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