María Amalia Díaz, esposa de José López, negó esta tarde ser partícipe del enriquecimiento ilícito del ex funcionario kirchnerista y dijo que su marido tenía previsto recluirse unos días en el convento de General Rodríguez, donde llegó aquella madrugada del 14 de junio con bolsos con millones de dólares.
Mediante un escrito presentado ante el juez federal Daniel Rafecas, Díaz dijo que momentos antes de la llegada del ex secretario de Obras Públicas durante el kirchnerismo al convento había mantenido una discusión con su marido cuando vio que éste salía de su casa con el arma que luego aparece en el lugar.
La esposa del ex funcionario K, declaró este mediodía en los tribunales federales porteños en la causa por enriquecimiento ilícito por la que su marido se encuentra detenido.
«Mary”, como la nombraban las monjas del convento de General Rodríguez, estuvo reunida durante toda la mañana con la defensora oficial Perla Martínez De Buck, la misma letrada que representó ayer a la monja Inés que declaró en indagatoria.
A las 12.30, la mujer ingresó en el despacho del juez Rafecas, tapándose la cara para esquivar a algunos periodistas que quisieron retratarla con sus teléfonos celulares. Mientras que mañana y el jueves están citados los supuestos testaferros, Andrés Galera y Eduardo Gutiérrez, como partícipes necesarios en el delito de enriquecimiento ilícito de José Francisco López.
Y el viernes próximo será trasladado desde la cárcel de Ezeiza hasta los tribunales el propio López, quien al ser detenido se negó a prestar declaración indagatoria. López fue arrestado el 14 de junio pasado en el convento Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima, de General Rodriguez, con casi nueve millones de dólares en su poder.