El consejo directivo de la CGT, con la ausencia de «gordos» e «independientes», resolvió por unanimidad sumarse a la marcha de protestacontra las políticas económicas del Gobierno que hará el gremio de Camioneros el 22 de febrero en la Avenida 9 de Julio.
El sindicalista Juan Carlos Schmid anunció la decisión en conferencia de prensa y remarcó que los sindicatos no aceptarán «ningún tipo de referencia» en las negociaciones paritarias. «La realidad económica desbordó las dos últimas referencias de paritarias», agregó. Así, el sindicalista cuestionó «la caída del consumo y el poder adquisitivo y la poca tracción que generan las políticas de Cambiemos para atraer inversiones».
Por otro lado, Schmid se solidarizó con los trabajadores despedidos en la mina Río Turbio y aseguró que hubo casi 3 mil pérdidas de puestos de trabajo en los últimos dos años en la Patagonia. También consideró que el oficialismo tiene «una tendencia a deslegitimar la voz y el rol de los sindicatos».
Tras decidir la medida, el dirigente camionero Pablo Moyano pronosticó que la protesta «será la movilización más grande en la historia del gremio» que lidera su padre Hugo Moyano.
