En Santa Fe Unión armó una fiesta e Independiente que iba por todo terminó sin nada. Para los santafesinos el triunfo 1-0 lo metió por primera vez en una competencia internacional: jugará la Copa Sudamericana 2019. A ese certamen también accedió el Rojo, pero con un sabor amargo ya que un triunfo le aseguraba su pasaje a la Libertadores.
El final fue caliente tras un claro penal que el arbitro no le cobró a los de Ariel Holan tras una mano grosera de Bottinelli.
El equipo de Ariel Holan sabía que en Santa Fe no podía perder. Y al mismo tiempo, tras los empates de Talleres y de Huracán, sabía también que un triunfo le aseguraba la clasificación en la próxima Copa Libertadores.
Pero la misión no era para nada sencilla: como visitante y frente a Unión, que también necesitaba los puntos para ingresar en la Sudamericana 2019.
El primer tiempo fue chato. Y al Rojo le faltó profundidad para acercarse al gol. Sin sorpresa en ataque, apenas llegó a Nereo Fernández con un cabezazo exigido de Maximiliano Meza que controló sin problemas el arquero.
El trámite se hizo trabado en el medio. El local no desarmaba las dos líneas de cuatro y dejaba aislados en ataque a Lucas Gamba y Franco Soldano, su dupla delantera.
Su única chance de peligro en la primera mitad fue una llegada a fondo de Franco Fragapane que atoró muy bien Martín Campaña para evitar el gol.
En el segundo tiempo todo cambió. Porque en el primer avance Unión abrió la cuenta con el gran cabezazo goleador de Soldano tras el buen centro desde la derecha de Brian Blasi.
En desventaja, Holan puso toda la carne al asador: entraron Fernando Gaibor y Leandro Fernández por Silvio Romero y Juan Sánchez Miño. Ya estaba también el Puma Gigliotti, que había ingresado en el arranque del complemento por Nico Domingo.
El problema de Independiente no fue la cantidad de delanteros sino que careció de juego. Ni Benítez ni Meza, al principio. Y tampoco después el ecuatoriano Gaibor pudieron ser la manija.
En el final, a los 43 minutos, cuando el Rojo empujaba para llegar al empate, llegó la jugada polémica de la tarde. Martín Benítez sacó un fuerte derechazo desde la puerta de área que iba al arco, pero en el medio la desvió Jonathan Bottinelli con el brazo izquierdo extendido. Fue un claro penal para Independiente que el juez Fernando Echenique no cobró.
El cierre reflejó lo que fue el partido: Unión estallando en un grito por el objetivo cumplido. E Independiente protestando por la derrota que lo deja sin Libertadores y el penal no sancionado.
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