Hoy martes (26/04) se cumple una semana desde que la docente oriunda de Quimilí se encuentra encadenada en la Iglesia Catedral y llevando a cabo la huelga de hambre.
Se trata de Marta Salto, quien cada día recibe el apoyo de cientos de santiagueños que se acercan hasta el templo sólo con la intención de saludarla y felicitarla ya que según ellos «hoy los docentes son la voz del pueblo».
«El avasallo a nuestros derechos, sentir que nos pisotean nuestra dignidad, violar todos nuestros derechos constitucionales, un gobierno totalmente autoritario y feudalista», fueron los motivos que llevaron a esta trabajadora de la educación a tomar esta medida como parte de su plan de lucha por el salario digno. Y pese a que hoy se encuentra un poco decaía debido a la falta de alimentos, ella no piensa en bajar los brazos «Sigo resistiendo, si me pregunta hasta cuando le digo: ‘no sé'».
Ni desde el gobierno ni representantes de DD. HH. se hicieron presentes
Salto se manifestó angustiada por el hecho de que hasta el momento ningún representante de Derechos Humanos y mucho menos del gobierno se acercaran hacia ella para preguntar cómo se encontraba su salud.
«En este séptimo día de la huelga de hambre me siento abandonada por las autoridades provinciales, pero esto por supuesto no me sorprende», expresó.
Sin embargo agradeció a todos sus colegas que hoy la acompañan: «Una de las grandes virtudes de los docentes es la solidaridad, es por eso que agradezco a mis compañeros de toda la provincia, a los diferentes gremios y agrupaciones».
Mensaje a la Gobernadora
«Señora gobernadora la soberbia no es buena, dialogar es de personas sabias, así puedes saber que piensa el otro y uno aprende a ser tolerante y usted está siendo intolerante con todos los docentes».
«Nosotros sólo pedimos dialogar y nos gustaría que se reúna con, aunque sea, un pequeño grupo de docentes del interior, ya que son los que más sufren en esta lucha».
«A pesar de todo esto enarbolamos esta bandera de la lucha y hasta ahora no pensamos bajarla», finalizó.