La Cámara de Diputados aprobó por rotunda mayoría la nueva Ley del Arrepentido, que amplía dicha figura en casos de corrupción. El proyecto obtuvo la media sanción con 194 votos positivos y apenas 5 en contra, de los que destacó el acompañamiento del Frente para la Victoria.
La iniciativa, que fue impulsada por el oficialismo, tiende a reducir la pena de una persona imputada o condenada, con o sin sentencia firme, que tenga y aporte información comprobable sobre casos de corrupción.
El acompañamiento del FpV llegó luego de que Cambiemos aceptara hacer una modificación en el proyecto original, que consistió en eliminar la figura del «colaborador eficaz», es decir, la que contemplaba que el colaborador podía ser ajeno a la causa en tratativa.
La diputada Myriam Bregman se pronunció en contra: «Con esto José López se va a la casa. Cualquier corrupto arregla su libertad en privado con los jueces a cambio de información. Votar a favor hace quedar bien a los bloques, pero no es la solución». Al igual que Bregman, votaron en contra Victoria Donda y Nicolás del Caño.
¿Qué dice la ley? «Se le podrá reducir la pena a toda persona imputada o condenada, con o sin sentencia firme (…) cuando durante la sustanciación de un proceso del que sea o no parte, brinde información o datos precisos, comprobables y verosímiles».
El arrepentido se vería beneficiado con la suspensión de la acción penal y la reducción de pena en expectativa, pero no podrán acogerse los sujetos susceptibles de juicio político, por ejemplo el presidente, vice, ministros del Poder Ejecutivo y jueces de la Corte.
A su vez, el texto aclara que el que proporcione «información falsa o datos inexactos» será penado con prisión de 4 a 10 años y quedará bajo la figura de «arrepentido falaz».