Un empleado civil de la policía murió y otro fue herido durante un tiroteo producido esta madrugada, en la zona de San Martín, en un operativo de rutina. Por el caso hay dos detenidos, uno de ellos es Gabriel Villalba, hijo del narcotraficante Miguel «Mameluco» Villalba. El joven, de 25 años, gozaba de salidas transitorias en el marco de una condena a seis años de prisión, por tráfico de estupefacientes, pero el domingo no había vuelto al Penal de Ezeiza, como debía hacerlo.
El tiroteo se produjo cerca la villa 18 de San Martín, territorio en el que siempre se movieron los Villalba. La balacera se dio en el cruce de la ruta provincial 8 y la calle Cuba, cuando los policías intentaron que una camioneta de alta gama con cuatro ocupantes en su interior, se detuviera para hacer el procedimiento de rutina. Como respuesta, desde el interior del vehículo empezaron a dispararles. Una de las balas le dio en la cabeza del efectivo de la policía municipal, que trabajaba como chofer del otro efectivo.
Ayer, cuando se supo que el joven no había vuelto a la Unidad 19 del Penal, su abogado Diego Storto dialogó con La Nación y explicaba: «Estamos preocupados. Tememos que le haya pasado algo. La semana pasada habían querido secuestrar a su mujer».
Villalba fue condenado el 27 de octubre de 2014 por el Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná a seis años de prisión por haber sido detenido cuando transportaba 80 kilos de marihuana. Un hecho que ocurrió en 2012, durante un control vehicular de la Gendarmería Nacional.
Apenas un mes antes había sido detenido su padre, «Mameluco» Villalba, narco de la villa 18, que tuvo aspiraciones de ser intendente de San Martín, e incluso llegó a ser candidato. Mameluco fue condenado por el TOF 3 de San Martín a 13 años de cárcel, pero le unificaron la condena con otra anterior en 23 años. En ese caso lo consideraron coautor penalmente responsable del delito de comercio de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas, agravado, a su vez, por ser organizador y financista.