Según las conclusiones de las pericias psiquiátricas y psicológicas, Fernando Farré comprendió la criminalidad de sus actos y dirigió sus acciones contra su esposa Claudia Scheffer.
La «ira», los «celos» y el «resentimiento» que Farré tenía hacia su esposa lo llevaron hace siete meses a apuñalarla y degollarla en el vestidor de la casa que alquilaban en el country Martindale de Pilar, aseguraron los peritos.
Los psiquiatras y psicólogos sostienen que tiene una personalidad «de estilo narcisista, con rasgos psicopáticos y paranoides”, que es «frío», «calculador» y que presenta un «insuficiente e inapropiado manejo de la agresividad», que lo convierten en «peligroso para sí y para terceros».
El 21 de agosto pasado, Fernando Farré asesinó de 74 puñaladas a su exesposa Claudia Schaefer, cuando ella fue a retirar sus pertenencias de la casa que alquilaban en el Country Martindale, de Pilar, en el marco de su divorcio, que incluyó una denuncia por violencia de género. La pareja tenía tres hijos de 13, 12 y 9 años.
Cuando la mujer ingresó al vestidor, Farré la encerró y la atacó con dos cuchillos de cocina hasta asesinarla, ante la vista de la madre del empresario y de los abogados de ambos, que observaron la escena desde una ventana.
