Los representantes de los sindicatos de gastronomía, comercio y construcción, tres de los rubros más afectados por la pandemia de coronavirus, estuvieron este miércoles en A dos voces (TN) y se refirieron a la situación que atraviesan los sectores por la cuarentena.
El secretario general del los gastronómicos, Luis Barrionuevo, aseguró: «Este es un país presidencialista y nosotros confiamos en el Presidente. El trabajo que hoy realiza la CGT a través de los distintos sectores empresariales es para el día de mañana. La preocupación nuestra es que nos vienen cuidando desde hace cuatro meses, encerrándonos, pero no nos dicen qué tenemos para mañana. Creo que están desorientados.
Asimismo completó: «Queremos saber a dónde estamos parados. Creo que nos tuvieron 60 días encerrados y tienen que hacerse cargo los infectólogos y el ministro de Salud. Llegamos a este momento donde el hartazgo es terrible, pero el hambre también lo va a ser».
No necesitás 24 ministros, necesitás ocho que tengan capacidad, experiencia y que conozcan la situación de los pobres y los empresarios. No necesitamos CEOs. Le digo al Presidente y a la que puede estar atrás: ‘No jodan con la gente, ya vivimos el ‘que se vayan todos‘», manifestó el dirigente.
Y opinó: «La situación es delicada, no alcanza la comida para dar. Somos el sector productivo, que los políticos se dejen de joder porque no se juega con la gente. Acá hay un problema de liderazgo político y de la conducción política».
Armando Cavalieri, de Comercio, agregó: «Esto va a seguir hasta que la sociedad científica descubra los orígenes. Por eso, hay que convivir con el virus. Tenemos que abrir la economía y comercializar. Esta crisis es peor que la del 2001, hace 120 años que no hay una crisis como esta».
Asimismo remarcó: «La gente se comportó maravillosamente bien. La disciplina que hubo en la cuarentena fue un aporte que hizo la sociedad para la solución». Y acotó: «Acá está en peligro la Nación, no un Gobierno, estamos en la (fase) terminal».
Por último Gerardo Martínez, del gremio de la construcción, señaló: «No hay un dilema entre salud y trabajo, tienen que estar en el mismo rango de preocupación. Tendría que haber un consejo transitorio de emergencia del desarrollo económico y productivo para analizar el impacto que generan las medidas satinarias de contingencia con respecto a las medidas que se podrían resolver de una manera diferente para que los daños colaterales que genera la pandemia no sean tan desastrosos».
No todos vivimos la pandemia de la misma manera y estoy agradecido con el Gobierno que tomó las medidas preventivas. Pero lamentablemente no todos tenemos garantizados el 100% de nuestros salarios, la actividad privada sufre consecuencias garrafales. Lo importante es apostar al diálogo, esta pandemia nos da la oportunidad para hacer un salto cualitativo y reconstruir el contrato social», concluyó.
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