A pesar de haber suspendido su viaje a Chaco, el presidente Alberto Fernández participó este martes por videoconferencia de la inauguración de una sala de situación en el aeropuerto de Resistencia. Como parte del acto, brindó un discurso en el que le pidió «un poco más de esfuerzo» a la provincia, que, junto con el AMBA, el departamento rionegrino de General Roca y el aglomerado urbano de Neuquén, iniciarán este miércoles un aislamiento más estricto. Además, se mostró reticente ante la idea de implementar una «cuarentena inteligente». «Hay que tenerle un poco de miedo», aseguró.
Luego de que el gobernador Jorge Capitanich presentara el informe de situación de Chaco, Fernández opinó que es necesario «atender todos los casos», pero sin descuidar el avance de la pandemia.
A la fecha, la provincia es la tercera en número de infectados con coronavirus en la Argentina: registra 2031 contagios y 98 víctimas fatales. Por ese motivo, a diferencia del 85% del país, implementará desde este miércoles medidas restrictivas para reducir la propagación del virus.
Al respecto, el Presidente se expresó a favor de la nueva etapa del aislamiento y puso en duda los beneficios que tendría implementar una «cuarentena inteligente» o sectorizada.
La experiencia me dice que hay que tener un poco de miedo a la cuarentena inteligente, porque es dejar alguna parte de la sociedad en libertad de acción como si a ellos el riesgo no les tocara», consideró Fernández.
Además, puso como ejemplo las experiencias de países como Suecia y Chile, donde, pese a la aplicación de dicha modalidad, se registraron una gran cantidad de contagios. «Resulta que la cuarentena inteligente no parecía tan inteligente», añadió.
Así, concluyó que «el virus no diferencia entre inteligentes y menos inteligentes, buenos y malos, peronistas y radicales: ataca a todos por igual».
Desde la residencia de Olivos, donde estuvo acompañado por el ministro de Salud Ginés González García, el Presidente también recibió varios pedidos de Capitanich, que le solicitó el envío de profesionales de la salud y de efectivos de seguridad.
«Necesitamos más terapistas, más médicos clínicos que nos ayuden, más médicos especializados y otros profesionales de la salud con el objeto de mejorar la situación de casos críticos de la enfermedad y en áreas críticas del territorio, como son El Sauzalito y Presidencia Roque Sáenz Peña», precisó el mandatario.
En tanto, dijo que un aporte adicional de efectivos de Gendarmería contribuiría a las actividades que ya realiza el Ejército Argentino para «ayudar en logística y operaciones» y «potenciar el cumplimiento de la cuarentena», sobre todo en esta nueva fase de mayores restricciones.
Por su parte, Fernández se comprometió a atender los pedidos del gobernador y sostuvo que «la pandemia deja al descubierto las debilidades de la Argentina, sus problemas estructurales
Por último, manifestó su voluntad de que la tasa de mortalidad «baje» en Chaco a «por lo menos al promedio del país», y calificó a Capitanich como un «político preparado e inteligente» que «hizo las cosas bien».
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