En horas de la tarde la jornada de ayer, un grupo de vecinos del Barrio Belén se hicieron presentes en las oficinas de nuestra redacción para reclamar el mal estado de sus casas, las cuales fueron entregadas hace dos meses -18 de agosto para ser exactos– por el IPVU.
Durante su relato, los vecinos se mostraron sumamente preocupados por la situación, puesto que luego del tremendo temporal que azotó a la provincia la semana pasada y el de ayer, estas casas fueron las más atacadas y las familias tuvieron que sufrir las consecuencias –son 10 y cada una cuenta con una persona discapacitada-. En las imágenes a las que pudo tener acceso Última Hora, se ve claramente como el agua se apodera de la construcción.
Contaron además que deben sufrir la mala conexión eléctrica, cada vez que una lluvia cae sobre la provincia, ellos deben sobrevivir a la luz de las velas, puesto que las paredes se electrifican al instante. Además contaron que las casas están sujetas a la conexión con las luces de la calle. Lo mismo les pasa con el agua, solo tienen conectado el tanque hacia el baño. Para los demás quehaceres deben buscar por sus propios medios. El techo de las viviendas es de tergopol reforzado con chapas, pero es tan inestable que con el viento comenzó a desprenderse de toda la construcción -como muestran las imágenes-
La tormenta de ayer dejó en serias complicaciones a las precarias viviendas, poniendo en un verdadero peligro a las familias. Tanto es así que contaron que “de a poco comienzan a hundirse, se pueden ver los caños de las cloacas”. Cuenta una vecina que desde que le adjudicaron la vivienda “paso las noches en vela porque es un verdadero peligro encender una luz de la casa. La conexión eléctrica es tan mala que hice venir al encargado para que me revise la casa y no tenía idea de nada. Miraba la casa pero no sabía que decir”.
“Realmente se nota que es una casa hecha a las apuradas. Hay familias que tienen 5 hijos y deben acomodarse en dos piezas, y encima luchar para que no se les inunde la casa” dijo otro de los afectados. “A primera vista se nota que no es una casa que esté en condiciones para una persona con discapacidad, es para un matrimonio y un solo hijo”. El material con el que están construidas las viviendas “parecen de adobe, uno moja un ladrillo y lo pisa, y se deshace”.
Contaron que una vez que notaron el mal estado de las viviendas, fueron hasta las instalaciones del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo para recibir alguna explicación coherente, pero se fueron solo con un maltrato por el personal del lugar. “Nosotros hemos cumplido con entregarles la casa, ahora ustedes tienen que hacerse cargo, sino devuelvan la llave y se termina el problema” fue una de las respuestas con las que se volvieron a sus hogares.
Lo que llama la atención de los vecinos es que en el papel probatorio de adjudicación, el IPVU nunca deja por escrito que las viviendas serían ecológicas, sí lo hizo pero “solo de boca”, cuando fueron a reclamarles este hecho, solo recibieron una cruel ofensa. En el Ministerio de Desarrollo Social le dijeron que «esas casas no figuran aquí».
Ante esto, una de las vecinas dejó asentado en la policía una exposición por riesgo de derrumbe. El mismo personal policial le dijo –según los dichos de la afectada- ‘señora usted no puede estar habitando esta casa, se le va a caer encima”. Los vecinos se marcharon, con la esperanza de tener una pronta solución para sus familias.