El juez federal Claudio Bonadio pidió elevar a juicio la causa que investiga el hallazgo de documentos históricos en la casa de la expresidenta Cristina Kirchner. El magistrado entendió que la instrucción ya está cerrada y pidió que el fiscal eleve el expediente a la etapa oral.
Los escritos, una carta de puño y letra que San Martín le había enviado a Bernardo O’Higgins y un prontuario del expresidente Hipólito Yrigoyen, fueron secuestrados por la Policía Federal en la casa que la expresidenta tiene en El Calafate. Los procedimientos se desarrollaron en el marco de la causa que investiga el presunto pago de coimas en la obra pública durante la gestión kirchenrista.
Por el hallazgo, Bonadio la había procesado por «ocultamiento, destrucción o exportación ilegal de documentos históricos» e inició una investigación que llegó a una primera conclusión: la carta fue robada del archivo de Vicuña Mackenna, en Chile, durante una mudanza en 1981, como reveló TN.com.ar. La información fue verificada con las autoridades del Archivo Nacional de Chile.
En su libro, Sinceramente, Cristina Kirchner contó que fue el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el que le regaló la carta de San Martín.
En la página 14, detalla: «Lo de la carta de San Martín es una historia maravillosa: cuando visité Moscú, en marzo de 2015, luego del almuerzo de trabajo que nos ofreció el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, al retirarnos del mismo, hizo detener el paso de nuestra comitiva y pidió a uno de sus colaboradores, que tenía una caja en sus manos, que se acercara. Y allí, ante mi sorpresa y traductor mediante, me dijo: «Esto es para usted, presidenta«. Cuando abrí la caja y pude ver la carta original de San Martín a O’Higgins, casi me muero. Lo miré y le pregunté: ‘¿Y esto? ¿De dónde lo sacaron?’. La respuesta no se hizo esperar y me sorprendió aún más: ‘La mandamos a comprar para usted en Nueva York‘. Confieso que si me quería impresionar, lo había logrado y con creces… ¡Una carta original del libertador San Martín al libertador O’Higgins! ¡En la que, además, San Martín se lamenta por la ingratitud que recibieron ambos por los pueblos que liberaron! ¡Mamita! Putin, chapeau«.
Si bien resulta complejo establecer el momento exacto en que se sustrajo el documento, un dato abonaría la teoría de que fue robado a principios de los 80. En el Archivo General de Chile se halló una transcripción de la carta -realizada entre 1950 y 1960- que reafirmaría que el escrito estuvo junto al resto de los manuscritos hasta, por lo menos, veinte años antes de que se le perdiera el rastro.
El volumen «extraviado» es el número nueve y forma parte del archivo que la Biblioteca Nacional de Chile le compró a la viuda de Mackenna, doña Victoria Subercaseaux, mediante el decreto N 1271, el 26 de abril de 1887.
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