Cuadras y cuadras, más de dos horas de espera bajo la lluvia, así se encuentra el escenario en Santiago del Estero, dónde conseguir combustible es casi una odisea.
Sin embargo, el día de las elecciones los vale de combustible eran moneda corriente entre los automóviles que trabajaban para el aparato oficialista.
La situación es agravante y afirmar que la escasez puede durar por lo menos una semana más. Los mismos distribuidores de combustible afirman que gente de otros puntos de la provincia vienen a cargar en la Ciudad.
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