El actor se recupera de su brote psicótico y en una extensa charla explicó cómo fue que se originó su delirio y qué pensaba en ese momento.
Matías Alé confesó que en ese momento creyó que su misión era salvar al mundo y quería hacer un arca en Villa Carlos Paz, pensado que su nombre era Noé.
«Sentía que venía a salvar al mundo y que mi mujer era mi socia en eso y que tenía que protegerla».
«María estaba en Carlos Paz y sentí que ella corría peligro. Entonces viajé y me quedé quince días en la Posada del Quenti. Estaba convencido de que mi misión era vivir en Carlos Paz y construir un arca. De hecho me puse una bata y creía que me llamaba Noé. Ahí me pusieron una psicóloga y un psiquiatra para empezar a tratarme. Pero no me decían que eran médicos: decían que eran dos amigos que venían a escucharme. Y yo creía que uno era el Arcángel Gabriel y la otra era… no sé… Yo no me daba cuenta de nada. Creía que bendecía el agua, esa era mi realidad. Mi vida era ciencia ficción».
Para el actor, ni su casamiento ni su sobreexposición mediática tuvieron que ver con lo que le pasó: «Todavía no logramos descubrir cuál podría haber sido el detonante».
Hoy, para él «todo es un renacimiento« y que aún tiene muchos miedos, como a volar, cruzar la calle, salir de su casa, mostrarse en público o dar entrevistas.
