Nacionales Política

Revelan una carta atribuida a Cristina Kirchner que le enviaron a Lázaro Báez

Se conoció la misiva enviada al empresario en la que se explica un plan de acción y una serie de pedidos a la familia Báez. Infobae había revelado su existencia en mayo pasado. El documento completo.
Fuente Infobae

Primero fue un rumor. Se escuchaba en los sótanos de la política, sobre todo entre dirigentes y abogados del kirchnerismo. Después ese rumor tomó estado público cuando, el 27 de mayo pasado y en exclusiva, Infobae reveló la existencia de la carta. Hoy terminó el misterio: se trata de una misiva atribuida a la ex presidente Cristina Elisabet Kirchner que le enviaron a Lázaro Báez, el empresario favorito de su fallecido esposo, en la que se confirmaría de manera inequívoca que la ex presidente está interesada en la suerte de la causa de la «Ruta del dinero K», en la que están acusados e investigados el dueño de Austral Construcciones y Leonardo Fariña, entre otros.

La misiva, que fue revelada anoche por el periodista Jorge Lanata en el programa Periodismo Para Todos (PPT), y a la que accedió también Infobae, fue escrita -según trascendió- por una colaboradora de la ex primera mandataria. Dos semanas después de la detención del dueño de Austral Construcciones recibe la carta la familia. Le habría llegado de la mano de Daniel Álvarez, alguien que es conocido para ellos, porque le alquilaba una propiedad, y que fue secretario de Cristina Kirchner.

En la carta se plantea un plan de acción, una serie de cuidados a tener en cuenta y, sobre todo, una instrucción directa: «Nombrar empresarios cercanos como Calcaterra de IECSA que se encuentra depresivo y con intenciones de vender la empresa». Ese argumento es uno de los que, con más fuerza, quieren resaltar en la familia del empresario contratista, porque es el que de manera continua menciona la propia Cristina Kirchner cada vez que habla sobre el tema de la corrupción en la obra pública y los supuestos vínculos con compañías «amigas». Angelo Calcaterra es el primo del presidente Mauricio Macri.

En su cuenta de Twitter, la ex presidente aseguró que la carta es falsa. «Atribuir una carta a alguien sin la más mínima consulta revela malicia y operación política», dijo. «Basta de mentir, todo debiera tener un límite», concluyó.

En la misiva, hay pedidos también para que la familia Báez «tenga cuidado» de las personas que se le acercan, como así también le solicitan que tengan buena relación con el juez de la causa, Sebastián Casanello, aunque lo alertan por una supuesta influencia del ex hombre fuerte de la Side, Antonio Stiuso, en todo el proceso. Si bien la carta no figura en el expediente que instruye el magistrado -cuya recusación por parte de la familia aún está sin resolución en la Cámara- no se descarta que puedan ser convocadas las partes para ratificar o rectificar su autenticidad.

La estrategia judicial la conduce Leandro Báez, quien está decidido a proteger a sus hermanas y a su madre, Norma Calismonte, frente a la intemperie en la que quedó el empresario que supo ser socio comercial de Cristina, Néstor y Máximo Kirchner.

Antes de la feria judicial que terminó hoy, el abogado de los hijos de Báez, Santiago Viola, había advertido que la carta tenía «más información periodística que judicial», pero resaltó que era «importante para demostrar que la ex presidenta tenía un interés en la causa». La principal preocupación de los Báez, sin embargo, es la utilización que puede hacer de ella Casanello, juez al que lo tienen recusado por intentar desviar la causa para, supuestamente, proteger a la ex presidente.

(NA)

UNA CARTA CON HISTORIA

A los pocos días de que Infobae revelara la existencia de la carta, al menos dos emisarios del ex secretario General de la Presidencia de Néstor y Cristina Kirchner, Carlos Zannini, se reunieron cerca del shopping Alto Palermo para pedirle a los abogados de los hijos de Báez que la devolvieran. Fue a menos de un día, según lo reveló Infobae, que los enviados se acercaron a los abogados de la familia para gestionar la devolución de esa misiva que, sabían, podía traerle un dolor de cabeza a la ex presidente.

Si bien no se supo que hayan existido «ofertas» por recuperar la carta conocida hoy por el programa político con más alto rating de la televisión argentina, se conoció que las conversaciones terminaron en nada.

En ese momento, los emisarios tuvieron un plan A y un plan B. El primero y de máxima, volverse con la carta. El segundo y de mínima, tener el compromiso de que no sería mostrada. Se fueron -como es evidente esta noche después de PPT- con las manos vacías.

(DyN)

LÁZARO BÁEZ Y LA DESESPERACIÓN DEL ENCIERRO

Todos los días Lázaro Báez tiene tres tareas que, de rutinarias, empiezan a mellar en la estabilidad emocional, según reconocen quienes tienen trato con él. El empresario que supo ser el más beneficiado por el kirchnerismo ahora está solo y los únicos que se interesan por su suerte son la madre de su última hija, su ex esposa, Norma Calismonte, y Martín, su hijo incondicional.

«Lee todo el día el expediente. Foja por foja, palabra por palabra. Se queja de sus abogados Rubinovich y Sal Lari, dice que los va a echar y después se arrepiente. Da órdenes, pero después se arrepiente», relata a Infobae uno de los interlocutores de su círculo familiar.

La segunda «actividad» cotidiana que, con obsesiva puntillosidad, cumple es la de llamar dos veces a la única persona a la que -a pesar de las vicisitudes- le tiene confianza absoluta: Calismonte. Ella habla con él, lo escucha. La llama después de almorzar y después de cenar. Tiene momentos catárticos y -según cuentan- sus comunicaciones suelen ser una montaña rusa de emociones. Es la única que «lo reta» y a quien Báez escucha. Le mandó, según pudo saber Infobae, el Diario de la Divina Misericordia en mi alma que escribió Santa María Faustina Kowalska.

«Tenés que dejar de leer el expediente. Concentrate en otra cosa, porque lo que te queda por delante no es poco», trató de convencerlo Leandro Báez, el hijo que conduce la estrategia judicial de la familia, la última vez que hablaron, hace más de un mes.

La última tarea que a diario cumple es hablar con sus abogados, con Liliana Costa, y con personas que ellos le acercan para intercambiar opiniones y, a la vez, enviar mensajes sin destino. Tiene, pese a lo que creen sus hijos, la idea de que alguien, de alguna manera, lo ayudará. Confía en un «rescate» milagroso que no sólo es cada vez más improbable, sino que las acciones del juez Casanello, del fiscal Guillermo Marijuan y de la ex presidente Cristina Kirchner desalientan. «Es un sálvese quien pueda y Lázaro no está entre las prioridades de la señora», admiten en el entorno de los Báez.

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