El instinto de una madre en Inglaterra salvó a su familia de un lamentable incidente durante el fin de semana de Pascua. Vikki Maguire-Grant decidió continuar con la tradición de esa fiesta y comprarle un gran huevo de chocolate a su pequeña hija de dos años, pero jamás imaginó tener una experiencia tan aterradora.
Impaciente por abrir el huevo de chocolate, la pequeña le pidió ayuda a su madre y, fue eso precisamente lo que evitó que todo terminara en desastre. Vikki dejó que la pequeña le diera un bocado y en seguida notó que un objeto extraño parecía contrastar con el color del huevo.
Se trataba de una diminuta aguja incrustada en el huevo, que de haber sido ingerida por la pequeña, le hubiera ocasionado graves daños en su boca o aparato digestivo.
Sin pensarlo dos veces, Vikki retiró el huevo del alcance de la niña y se comunicó con ASDA, la tienda que le vendió el huevo de Kinder Sorpresa, en busca de una solución.Y como era de esperarse, el asunto escaló hasta la compañía Ferrero, los fabricantes de Kinder Sorpresa. Ellos decidieron referirse al infortunado hecho en un comunicado.
“Hemos sido informados de un incidente aislado en el que una cliente informó de un objeto extraño encontrado dentro de uno de nuestros productos. El producto en cuestión está siendo devuelto a la sede de ASDA en Leeds, y hemos solicitado que se nos envíe a nosotros para una investigación a fondo que determine lo que ocurrió. Queremos tranquilizar a nuestros clientes con que nos enorgullecemos de la calidad y seguridad de nuestros productos, y de tener estrictos procedimientos de control de calidad en nuestros lugares de operación”.
