Hace unos días, en el marco de una asamblea del sindicato de Peones de Taxis, el líder sindicalista Omar Viviani ordenó«dar vuelta» los coches de quienes salgan a trabajar durante el paro general convocado por la CGT, además de llamarlos «carneros».
La escena se difundió por todos los medios y las redes sociales, como consecuencia Viviani tuvo que pedir disculpas, dijo que se le «salió la cadena».
Ante esto Walter Fernández, fiscal de Cámara Penal de la ciudad de Buenos Aires, afirmó que las amenazas pueden ser calificadas como «instigación al delito«.
«Lo hemos citado para que declare el día de hoy. Es una conducta que dispara múltiples calificaciones penales: estamos con averiguación de amenza calificada, con instigación a cometer algún delito vinculado a la actividad profesional e instigación a cometer daño», señaló.
Además agregó que «la amenaza vinculada a la libertad de las personas, de decidir libremente, una vez emitida no se puede retractar. En este caso, por una calificación de amenaza coactiva agravada podría tener una condena de entre 5 y 10 años de prisión, con condena de cumplimiento efectivo».