Locales Policiales

Violenta familia busca desalojar a una madre y a su pequeño hijo

Gabriela Guzmán es una joven moza que lucha contra la violenta familia Pesce Pastoriza, quienes buscan dejarla en la calle junto a su pequeño hijo (que es hijo, nieto y sobrino de todos los denunciados).

Una historia violenta de principio a fin, involucra a toda una familia en contra de una madre y su pequeño hijo discapacitado. Es el caso de Gabriela Guzmán contra los Pesce Pastoriza de la ciudad capital. Carlos Alejandro, ex marido de Gabriela, supo golpearla sin medidas durante mucho tiempo. Sin pensar en el pequeño hijo que comparten, Máximo, la dejó en la calle. La forzó a salir de la casa que tenían y dejándola sin nada (literalmente, porque la mayoría de sus cosas quedaron dentro de su casa) hoy Gabriela cuenta su historia de manera exclusiva a Última Hora.

Mientras convivía con Carlos Alejandro Pesce  ex pareja de la denunciante, cuenta que las agresiones físicas comenzaron durante el embarazo del pequeño Máximo quien en la actualidad tiene 4 años y sufre una hiperactividad crónica, situación que lo obliga a estar medicado de por vida gracias a los diversos episodios violentos de los que fue testigo. La denuncia de violencia se extiende hasta toda la familia Pesce Pastoriza (ex marido, ex suegros y ex cuñada). A pesar de todas las denuncias por Violencia de Género en contra de su ex, la situación nunca mejoró sino todo lo contrario, Gabriela atendía llamados de la familia de él rogándole «levanta la denuncia porque sino no va a poder trabajar, nunca más lo va  a hacer, ya hablamos con él» eran las falsas promesas que recibía de esa familia»

Gabriela vivía en la Avenida Belgrano, sus ex suegros se ubicaban en la misma calle. Cuando el sujeto golpeador decidió retirarse de manera voluntaria del inmueble, fue el momento que todo cambió para Gabriela ya que su ex suegro Carlos Alberto Pesce Pastoriza nunca dejó de amenazarla y luego de un mes finalizada la relación fue el propio abuelo del menor que tienen en común Gabriela y Carlos Alejandro quien le cambió la cerradura de la casa.  Además de este hecho, hubo otro mucho más violento en donde ex el suegro perdió los estribos cuando Gabriela consiguió la restitución al hogar. El hombre se presentó en el inmueble con un arma de fuego y atacó a la mamá de la denunciante mientras amenazaba con matarlas. Todo esto en presencia del menor de 4 años. Gracias al rápido accionar de la policía la situación no pasó a mayores y el violento sujeto fue detenido (2 días).

Su ex pareja es en la actualidad un hombre 44 años que hasta hace unos años atrás sufría los golpes de su propia madre, la señora se llama Gladis Santillán de Pesce y en más de una oportunidad intentó agredirla; “tenía como ataques de ira totalmente impredescibles” contó. Agregó que “mi ex trabajaba como chofer de Jefatura de Gabinete y fue ahí cuando empezó a notar que su ex tenía más secretos, como que fue paciente de una clínica de rehabilitación por drogas en la ciudad de Córdoba, o como que el contrato de su trabajo no estaba a su nombre, sino a nombre de su padre».

Luego de enterarse de todas estas cosas, Gabriela comenzó a notar cambios radicales en él. “se ponía loco por cualquier cosa” cuenta. Ella tiene actualmente un hijo de 16 años fuera de la relación con él y afirma que los cambios de humor de su ex pareja se debían a la sola presencia del menor lo que alteraban a Carlos Alejandro Pesce. Hoy Gabriela lucha contra una orden de desalojo impuesta por los propios abuelos de Máximo, es más, don Carlos Alberto Pesce de Pastoriza es el autor de haber cambiado la cerradura de la casa de su ex nuera y de un sinfín de amenazas. «Está claro que a este señor no le importa el bienestar de su pequeño nieto» fueron las palabras de la denunciante.

La Dra. María Eugenia Pesce Pastoriza cumple funciones en la Cámara de Diputados y también está involucrada en la denuncia pública de Gabriela, acusada de actuar en contra del bienestar de su pequeño sobrino. Gabriela cuenta que en más de una oportunidad la Dra Pesce avaló las actitudes de su familia, y que la orden del desalojo estuvo primeramente en manos de ella. Fue además quien a modo de sanar culpas consiguió un “departamento” para que Gabriela pudiera vivir con su hijo hasta que se solucionara la cuestión judicial. “Tomá, ahí tienes el contrato. Te queda a la vuelta de tu mamá encima” habrían sido las palabras la ex cuñada. Según una serie de imágenes aportadas por Gabriela que se puede observar que el lugar no está en condiciones de ser habitado puesto que se asemeja a un galpón y no a un departamento.

 

La denunciante contó que “cuando le comenté al papá de mi hijo sobre su enfermedad me dijo ‘no te creo, vos lo quieres enfermar’”. Gabriela se desempeña como moza en un reconocido bar y debido a los problemas de su hijo, al año debe pensar en pagar una maestra integradora, situación que será difícil costear, sin mencionar la amenaza de desalojo que la acecha y estaría próximo a concretarse entre mañana y pasado. Después de mucho peregrinar los pasillos de Tribunales, es poca la ayuda legal que consiguió, pero nada lo suficientemente fuerte como para impedir un desalojo. Gabriela solo quiere un poco de paz para poder vivir junto a su pequeño.

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