Fuente Todo Noticias
Ayer Marito Salto, el nene que fue violado, descuartizado y asesinado en Santiago del Estero, hubiera cumplido 12 años. Desde hace nueve meses que Quimilí pide justicia, 44 jueves marchando a la espera de ver, por fin, identificados y capturados a sus asesinos. Pero ese momento todavía no llegó.
«A mi hijo lo descuartizaron vivo», afirmó su papá.
Es por eso que la Justicia determinó que se hiciera una nueva autopsia, esta vez en Buenos Aires. Porque después de tanto tiempo, hay un solo detenido sospechado de haberlo secuestrado pero no de matarlo. «La muerte de mi hijo fue planificada», aseguró en TN su papá, Mario Salto.
El hombre que camina desde entonces los pasillos de Tribunales buscando que alguien lo escuche no tiene una sospecha. Fue una afirmación. Porque le llama la atención que se borraran las cámaras de seguridad de la Rotonda. Porque no se olvida de las amenazas que recibió su hermana, una de las tantas maestras que se enfrentó al gobierno provincial para defender sus derechos. «Le dijeron que no iban a alcanzar los pozos para enterrar a todos los muertos«, dijo.
«Este asesinato no tiene precedentes en el país», manifestó y sostuvo después que se trató de «un crimen político». «Todo se tapó desde el principio». Ese es el motivo por el que asegura que ya no cree en la Justicia de su provincia y por el que toda su familia vive con miedo.
Un crimen aberrante
Marito fue secuestrado el 31 de mayo y se cree que lo mataron ese mismo día. Salió de la escuela, pasó por su casa a buscar la bicicleta y la caña de pescar y se fue una represa. Pero nunca llegó. En el camino alguien lo capturó y su cuerpo apareció, por partes, horas después a unos 6 kilómetros de ese lugar.
El torso y los brazos en una bolsa, en otra, las piernas. Finalmente encontraron su cabeza. Además, lo habían violado. Una crueldad muy difícil de poner en palabras y que todavía duele sobre todo, porque faltan respuestas.