Minutos antes de lo esperado, el Papa Francisco arribó a Perú donde fue recibido por el presidente Pedro Pablo Kuczynski. Tras la ceremonia que estaba planeada, el Santo Padre comenzó con el recorrido que tenía pautado por la calles de Lima. A bordo de un vehículo cerrado, el Sumo Pontífice saludaba a todas las personas que se habían congregado por las calles, sin embargo, un grupo de fieles y periodistas decidió agolparse en el auto y puso en alerta a toda la seguridad.
La seguridad del Papa es una de las más reconocidas, pero durante la tarde, mientras Francisco recorría las calles de Lima un incidente alarmó a todos lo que veían el tránsito del Santo Padre. Es que un grupo de fieles y periodistas rompió el cordón policial que custodiaba el auto donde se trasladaba Bergoglio para que, estos últimos, lograran obtener imágenes exclusivas.
Fueron algunos escasos minutos, pero la cantidad de personas obligaron a los guardaespaldas de Francisco a abandonar los autos en los que se movilizaba la caravana, para dispersar a la gente y a la prensa. Luego, la misma seguridad definió que el auto acelere un poco su marcha para evitar nuevos incidentes.
Lo cierto es que la alarma radicó en que el Papa se trasladaba con las ventanas notablemente abiertas, situación que preocupó a la seguridad, ya que el tumulto podría haber lesionado al Sumo Pontífice. En tanto, desde las redes sociales peruanas no perdonaron esta «avalancha» y advirtieron, los más extremos, que esta actitud pudo exponerlo a un atentado.
De todas maneras, tras dejar atrás estos incidentes, Francisco llegó hasta la avenida Brasil donde se subió al conocido Papamóvil, en medio de canciones y miles de personas que abarrotaron las calles de Lima para dar la bienvenida, tras más de 30 años, al Papa.
