El periodista Dario Lopreite junto a su equipo de Telenoche viajó la semana pasada hasta Santiago del Estero para ver el estado de la obra «Tren al Desarrollo». Se trata del proyecto que comenzó hace 3 años y hasta el día de hoy ya se gastaron 100 millones de dólares sin embargo el tren no funciona al público, sólo se mueve a modo de prueba.
Otra obra faraónica más en la provincia, innecesaria siendo que la mitad de la población santiagueña vive en situación de pobreza, es por eso que el diputado radical Marcelo Lugones, definió a la obra como «una vergüenza, una obscenidad. Un atentado a la realidad de la provincia». Luego detalló que el 80% de la población no tiene cloaca y solo el 30% tiene agua potable.
El millonario tren recorre 8 kilómetros y tiene capacidad para 120 personas, pero lo polémico es que posee un motor de diseño de un auto Fiat Duna y no alcanza más velocidad que 40 kilómetros por hora. Además las vías que se utilizaron son usadas, fueron traídas de viejos ramales abandonados en Buenos Aires.
Por su parte el presidente de Vialidad de Santiago del Estero, José Félix Alfano, afirmó que el primer tramo del tren que todavía no funciona costó 183 millones y la segunda parte de la obra costará otros 240 millones, además aseveró que en un mes funcionará para el público. No obstante Fernando Jiménez, diputado provincial dentro del bloque UCR-Libres del Sur, mencionó que a ese monto hay que sumarle toda la maquinaria que se compró para realizar la construcción.
En un momento del informe también se publican los decretos del gobierno provincial que develan el pago de excedentes al contrato original.
Por último hay que recalcar que se edificó una muralla de hormigón con el objetivo de tapar a uno de los barrios más humildes de la capital, el «Río Dulce» que se encuentra a la par de las vías. En ese sentido quienes habitan en esa zona aseguraron que «la pared es para que no se vea la pobreza que hay». Otra vecina del lugar reclama que hace años que no puede cobrar la pensión de su hijo, sin embargo «gastan plata en el tren y no me dan la pensión».
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