El pasado jueves 7 de julio el Honorable Concejo Deliberante de la localidad de Añatuya aprobó la emergencia económico-financiera del municipio, la misma fue impulsada por el intendente Julio Castro y aplica importantes recortes en los salarios de los obreros municipales.
Con anterioridad el funcionario zamorista obligó a los municipales y a sus familias a firmar una nota de «conformidad» bajo la promesa de «estabilidad laboral», es decir proteger los puestos de trabajo.
Como consecuencia de este atropello el gremio UOEMA, que agrupa la mayor cantidad de afiliados municipales, desarrolló una Asamblea en donde rechazaron el autoritario accionar de Castro de quitar salarios en todas las categorías.
Ante el agujero fiscal de más de $10 millones -que el jefe comunal hace responsable a la disminución de la Coparticipación- Castro avanza con los recortes que van desde el 35% en la categoría más alta, hasta el 25% en la más baja. Mientras que en el caso de funcionarios de jerarquía la reducción sera del 30%.
En principio la medida será válida hasta el 31 de diciembre próximo, además aseguran que habrá más ajustes en diversas áreas lo que reducirá al mínimo los servicios de la municipalidad.
Hoy la comunidad lugareña se encuentra en depresión ya que su economía depende en gran proporción de los ingresos de los empleados municipales.
