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Reunión del directorio del Fondo: luz verde para avanzar con un crédito «excepcional» para Argentina

Comenzó la negociación formal para el primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en más de quince años. En una muestra más de apoyo a la política económica del gobierno de Mauricio Macri, el directorio del organismo multilateral dio luz verde este mediodía en Washington a la próxima etapa de las discusiones para el crédito stand by que pidió la Argentina en medio de la incertidumbre cambiaria de las últimas semanas, aseguró el medio Infobae.

En un comunicado difundido hoy en la capital norteamericana, la titular del Fondo, Christine Lagarde, quien presidió la reunión del directorio, informó que «el equipo del FMI y la delegación argentina han entablado un diálogo que continuará en la ciudad de Washington en el período venidero» y detalló que el tipo de crédito que se negocia es un «stand by de acceso excepcional».

Todavía no se habló oficialmente del monto, aunque la definición de crédito de «acceso excepcional» tendría que ver con que el país podría recibir más dinero del que le corresponde por el tamaño de su economía y su cuota de participación dentro del organismo.

Un crédito normal del Fondo representa 145% de la cuota de cada país en 12 meses. También puede ser de hasta 435% para un período más extenso. En el caso de Argentina, corresponderían unos USD 20.000 millones, pero la excepcionalidad mencionada podría acercar el monto a los dólares que esperarían Macri y su equipo. Con todo, aún no hay nada resuelto.

Previamente se había calificado al crédito solicitado como de «alto acceso», una distinción técnica que tiene que ver con la etapa del proceso que se inicia hoy y que ofrece una pista del monto del préstamo, aunque no se ofrecen detalles al respecto.

Palabra de Largarde

El comunicado de Lagarde incluye además una serie de consideraciones que dan cuenta del firme apoyo del FMI a la Casa Rosada y expresa nuevamente la voluntad del organismo de avanzar hacia «una rápida culminación» de la negociación.

«Desde que el gobierno del presidente Macri entró en funciones, Argentina ha estado dedicada a una transformación fundamental y positiva de la economía», señala el texto firmado por Lagarde. «Aunque muchas políticas han procedido con rapidez, el gobierno también ha sido consciente de la necesidad de forjar y mantener el consenso social al calibrar el ritmo del programa de reforma, incluido el ajuste fiscal. Había una comprensión clara de que ese enfoque acarreaba ciertas vulnerabilidades».

FMI (AP)

FMI (AP)

«Argentina está enfrentando una volatilidad financiera significativa, en parte debido a la constricción de las condiciones financieras internacionales y también tras la sequía que dañó la producción agrícola nacional. Es en este contexto que las autoridades argentinas solicitaron nuestro respaldo para contribuir a contrarrestar esta volatilidad en los mercados y proteger el crecimiento, la creación de empleo y la cohesión social del país», sigue el comunicado.

Largarde asegura: «Hoy transmití al Directorio Ejecutivo la intención de las autoridades argentinas de solicitar un acuerdo stand-by de acceso excepcional que sustentaría su programa económico. Se trata del programa económico de Argentina integralmente concebido por el presidente Macri y su gobierno. Las autoridades recalcaron que los objetivos del programa incluirían el establecimiento de una trayectoria clara hacia un crecimiento fuerte, sostenido e inclusivo y la sólida creación de empleo; el restablecimiento de la confianza de los mercados a través de un programa macroeconómico claro que reduzca las necesidades de financiamiento y encauce la deuda pública por una firme trayectoria descendiente; y, fundamentalmente, la protección de los estratos sociales más vulnerables durante esta transición. Estos objetivos cuentan con nuestro pleno respaldo».

Luego enfatiza el respaldo del organismo a las metas económicas que trazó el Gobierno: «Las autoridades recalcaron que los objetivos del programa incluirían el establecimiento de una trayectoria clara hacia un crecimiento fuerte, sostenido e inclusivo y la sólida creación de empleo; el restablecimiento de la confianza de los mercados a través de un programa macroeconómico claro que reduzca las necesidades de financiamiento y encauce la deuda pública por una firme trayectoria descendiente; y, fundamentalmente, la protección de los estratos sociales más vulnerables durante esta transición. Estos objetivos cuentan con nuestro pleno respaldo».

La reunión

La reunión del directorio fue de carácter «informal», tal como habían señalado voceros del Fondo. Eso significa que no se esperaba de ese encuentro una decisión sobre las características específicas que tendrá el acuerdo con la Argentina sino una evaluación del pedido e informes más detallados de los técnicos sobre las razones de la solicitud del gobierno de Macri y de los números del país.

Eso fue lo que ocurrió. Sobre esa base el directorio dio la luz verde para avanzar en la negociación formal.

Un grupo de funcionarios argentinos están en Washington desde el pasado miércoles, entre ellos el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, el jefe de asesores de esa cartera, Guido Sandleris, y el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, prepararon el terreno para la próxima etapa en colaboración con los economistas del Fondo, encabezados por el italiano Roberto Cardarelli, el funcionario a cargo de la Argentina.

Cardarelli, el economista del FMI que analiza la Argentina

Cardarelli, el economista del FMI que analiza la Argentina

A ellos se sumaría la semana que viene el ministro Nicolás Dujovne, con la idea de avanzar rápidamente hacia la firma del acuerdo. Aunque todavía no hay una fecha, en el FMI dieron claras muestras de querer moverse rápidamente hacia ese objetivo. La propia Christine Lagarde, número uno del Fondo, pidió celeridad.

Apuro local

La urgencia, del lado argentino, estuvo dictada por el nerviosismo de los mercados y una fuerte devaluación que en pocas ruedas llevó el dólar a $25. Esas «turbulencias», según la jerga oficial, convencieron al equipo económico de la necesidad de contar con un mayor respaldo financiero y de acudir al FMI con un pedido que rondaría los USD 30.000 millones. Los funcionarios guardan el dato del monto exacto bajo siete llaves, y lo mismo hacen con las condiciones bajo las cuales el Fondo otorgará el crédito. 

El desembolso o no de esos recursos «dependerá de la Argentina», anticipó Dujovne en una entrevista que hoy publicó La Nación. Las metas fiscales que pueda exigir el FMI, indicó el ministro, tampoco preocupan en el Gobierno porque, agregó, «ya tenemos metas trimestrales en nuestro plan y estamos sobrecumpliéndolas».

En Washington los funcionarios del FMI repiten a su vez que hoy hay un «nuevo Fondo». Marcan así diferencias con los criterios que guiaron al organismo hasta hace un par de décadas. El Fondo muestra un rostro más amable, según el cual la inclusión social, la equidad y la protección de los sectores vulnerables entran en su cuadrante de inquietudes. Estas variables podrían estar en juego en la definición de las condiciones del acuerdo con la Argentina.

No es el único cambio. En los últimos días el FMI también mostró alguna cintura política. No le propone al Gobierno la clásica receta del ajuste sino que «acompaña» la decisión de Macri de apurar el paso en los recortes al gasto para alcanzar cuanto antes el equilibrio fiscal.

Así lo hizo saber Gerry Rice, el vocero principal del Fondo, en la conferencia de prensa que ofreció ayer por la mañana. El organismo, les dijo a los periodistas en la sede del FMI, apoya «las prioridades fijadas por el gobierno» argentino. La diferencia puede parecer sólo semántica, pero también es política.

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