Varios diputados nacionales de la Unión Cívica Radical ya no ocultan su molestia por la manera en la que funciona la alianza gobernante. Antes el malestar y la discordia dentro de este sector era algo que sólo se manifestaba de manera “sutil”, ahora estas diferencias comienzan a exteriorizarse, a veces levemente, otras veces más directa.
Dos legisladores de Tucumán abandonaron el bloque de la UCR, lo que significa la primera -aunque pequeña- división dentro del oficialismo, pues ellos aseguran que fueron víctimas de un trato injusto por parte del Gobierno y de la conducción de la bancada respecto de diputados de otras provincias e incluso de legisladores de bloques opositores.
El Secretario general del bloque y vicepresidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Jorge D’Agostino, fue quien profundizó la fragmentación que se produce al debatir la relación del Gobierno con los jueces federales de la Capital. Y es que el funcionario, en coincidencia con la ofensiva presentada por Elisa Carrió, demandó que el Consejo de la Magistratura envíe las declaraciones de los doce magistrados que instruyen las principales causas de corrupción.
Dos semanas atrás Juan Casañas y Teresita Villavicencio, los diputados tucumanos que abandonaron el bloque radical, le enviaron una nota a Emilio Monzó, presidente de la Cámara baja, con el fin de formalizar su renuncia y así constituir el Bloque del Bicentenario.
Casañas había manifestado ante la prensa que ya no forman parte del bloque radical ni tampoco del interbloque Cambiemos. En tanto, fuentes cercanas a Mario Negri, presidente del bloque radical y del interbloque, y a Nicolás Massot, jefe de la bancada del Pro, expresaron que tanto Casañas como Villavicencio no forman parte del bloque de la UCR, aunque continúan en el interbloque de Cambiemos.
“Creemos que de esta manera vamos a representar mejor los intereses de nuestra región”, había expresado Casañas, mientras que personas cercanas a Negri decidieron disminuir el asunto asegurando que el legislador rompió porque no se le dio la presidencia de la Comisión de Agricultura, que el Pro prefirió ceder al massismo.
Lo que aseguran allegados al diputado tucumano es que su decisión se debe al malestar de un grupo de legisladores radicales del interior. Ya que según ellos, el gobierno nacional prioriza sus relaciones con los gobernadores y las bancadas de la oposición que pueden actuar como aliadas. En relación a esto un diputado radical del interior expresó ante los medios “Estamos mal con Pro. No te dan bola si estás adentro de Cambiemos. A Massa y a Bossio les va mejor cuando piden algo”.
La pesadumbre también radica en nombramientos que hace el Gobierno en dependencias provinciales de organismos nacionales. Por ejemplo: en Entre Ríos el ex diputado kirchnerista Osvaldo Elorriaga es quien está al frente de Vialidad Nacional y quien responde al gobernador peronista Gustavo Bordet, uno de los que apoyó el acuerdo con los fondos buitre. Otro claro ejemplo es el de Juan Maya del Frente Renovador, quien es el titular de Desarrollo Social. La Pampa también es foco de conflicto ya que Carlos Mac Allister, secretario de Deportes de la Nación, manifestó públicamente que Pro va a ir con lista propia en las próximas elecciones.
Bajo este marco de conflicto interno todo se agudiza con la presentación de D’Agostino para investigar a los jueces federales que mete cuña a relación con el ala pragmática de Pro. Se trata de un proyecto de resolución, el cual deberá tratarse en la Comisión de Justicia, dirigida por el radical Diego Mestre, para luego ser avalada dentro del recinto. Sería la primera vez que la Cámara de Diputados requerirá el detalle de los bienes de los jueces federales en el caso de que esta iniciativa tenga luz verde.