Es de público conocimiento que más de 700 millones de pesos -sin sumar el costo de toda la maquinaria que se compró- desembolsó hasta el momento el gobierno para concretar la faraónica obra del Tren al Desarrollo, pero ¿en qué se podría haber invertido para mejorar de manera real la calidad de vida del santiagueño promedio?
- El Colegio de Arquitectos de Santiago del Estero calculó que el precio del metro cuadrado de construcción estaba a 237 pesos en abril del 2016. Es decir que con lo gastado en el TAD, podrían haberse construido 1500 viviendas sociales.
- El Ingeniero y Diputado provincial Marcelo Lugones (UCR), estimó que con ese monto se podrían haber hecho caminos pavimentados de dos carriles en el tramo Santiago-Fernández o Santiago-Termas de Río Hondo.
- También se podrían construir cinco hospitales de alta complejidad de la magnitud del Hospital Regional Dr. Ramón Carrillo, con el equipamiento correspondiente que hoy en día tanta falta hacen en la provincia. Claro ejemplo es el paupérrimo hospital zonal que posee Termas de Río hondo.
- Cien escuelas públicas se podrían haber distribuido por todo el territorio de la Madre de Ciudades para que niños y adolescentes sigan formándose académicamente.
Según el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas más del 68 por ciento de los niños y adolescentes de Santiago del Estero son pobres. Y del total de la población, más de la mitad –el 50,2%-, vive bajo la línea de pobreza.
“Es una vergüenza, una obscenidad. Un atentado a la realidad de la provincia”, así definió Lugones a la construcción y luego detalló que el 80% de la población no tiene cloaca y sólo el 30% tiene agua potable.
Claramente hay una necesidad imperiosa de crear ayuda con el fin de beneficiar a los habitantes más vulnerables, ya sea mediante la construcción de viviendas, haciendo llegar agua corriente a todas las zonas habitadas de la provincia, o asfaltando rutas imprescindibles para llegar a lugares inhóspitos del territorio santiagueño.
Lastimosamente esta obra no cambia en nada la vida cotidiana de los santiagueños, además hay que recalcar que se edificó una muralla de hormigón con el objetivo de tapar a uno de los barrios más humildes de la capital, el “Río Dulce” que se encuentra a la par de las vías. En ese sentido quienes habitan en esa zona aseguraron que “la pared es para que no se vea la pobreza que hay”. Otra vecina del lugar reclama que hace años que no puede cobrar la pensión de su hijo, sin embargo “gastan plata en el tren y no me dan la pensión”.
