Apenas unas horas antes de la llegada del Papa Francisco a Polonia, todo el país entró en nivel de alerta «Alfa 1”, en prevención de posibles atentados. Las medidas extremas de seguridad se ven en especial en la ciudad de Cracovia, donde ayer comenzó la XXXI Jornada Mundial de la Juventud, que será cerrada por el Papa el próximo 31 de este mes.
El aumento de todas las medidas de seguridad fue la primera respuesta en este país tras el ataque terrorista perpetrado en una iglesia francesa en la que un sacerdote de 85 años fue degollado por integrantes del ISIS.
El Papa llegará a Polonia y permanecerá aquí hasta el 31 de este mes, cuando cierre el encuentro con los jóvenes. Ayer el cardenal polaco Stanislaw Dziwisz recordó a las víctimas de los últimos ataques terroristas, en especial al sacerdote asesinado en Francia.
Sin embargo, ni el temor a un ataque terrorista ni el cielo inicialmente desapacible impidieron que cientos de miles de fieles (hasta 500.000, según la organización) se congregaran en la explanada de Blonia, a pocos kilómetros de Cracovia, entre ellos más de 30.000 católicos franceses que se hicieron notar especialmente con sus banderas y cánticos.
La explanada donde tuvo lugar la misa inaugural, será también el escenario donde el papa Francisco oficiará el cierre de las jornadas el próximo 31. Todos los asistentes se sometieron a altas medidas de seguridad, las mismas que encontrarán en Cracovia y en los lugares que visitará el Pontífice durante su estancia en Polonia, después de que las autoridades polacas han desplegado un amplio dispositivo policial, alertadas por los últimos ataques sufridos en Francia y Alemania.
«A causa de la jornada mundial de la juventud entró en vigor en todo el país el nivel de alerta nacional Alfa (1) y el nivel BRAVO en seguridad ante ciberataques”, recordó el portavoz del Gobierno polaco, Rafal Bochenek, quien confirmó que este estado se mantendrá hasta el próximo 1 de agosto. Polonia trasladó hasta Cracovia a miles de agentes de seguridad, se prohibió a los guardas de fronteras que tomen vacaciones y se reintrodujeron los controles fronterizos con los países vecinos.