Acompañado por un grupo de refugiados que se sentaron a su lado, el papa Francisco aseguró este miércoles que son «nuestros hermanos» y criticó a quienes «piensan que es mejor que se queden en su tierra».
«Hoy me acompañan estos chicos. Tantos piensan de ellos que es mejor que se hubieran quedado en su tierra pero allí sufrían tantos, son nuestros refugiados, pero tantos los consideran excluidos», aseguró el Pontífice en la audiencia general de este miércoles en Plaza San Pedro, en la que compartió el Sagrato desde el que habló con un grupo de refugiados ayudados por Cáritas en Florencia.
«Por favor, son nuestros hermanos», destacó ante unos 15 mil fieles que siguieron la última audiencia de miércoles hasta agosto, cuando se retomarán tras el receso estival de julio.
«Pensemos en nuestras miserias, cada uno tiene la propia. Pensemos con sinceridad, cuantas veces las cubrimos con la hipocresía de las buenas maneras», agregó Francisco. «Cuántas veces es bueno ponerse de rodillas frente a Dios y rezar: ‘Señor, si quieres puedes limpiarme’. Yo también, cada noche antes de ir a la cama, hago ese rezo», reveló.
