Jorge Lanata es al periodismo lo que (Alfredo) Astiz fue a los derechos humanos», disparó el senador nacional Oscar Parrilli. Así, desbocado, el estrecho colaborador de la vicepresidenta Cristina Kirchner, comparó al periodista con un símbolo de la represión ilegal de la última dictadura militar en la Argentina. La insólita e infundada reacción del extitular de la AFI parece una respuesta airada a lo que opinó Lanata ayer en su programa de Radio Mitre, cuando dijo que «Parrilli tendría que estar preso y no está preso porque nuestra justicia se deja presionar».
Lanata no fue el único periodista criticado duramente por Parrilli. El hombre fuerte del Instituto Patria afirmo que Luis Majul es «un agente de inteligencia inorgánico», siendo «parte del operativo» de espionaje ilegal del gobierno de Cambiemos que encabezó Mauricio Macri. En declaraciones a El Destape radio, definió a Majul como un espía «tipo (Marcelo) D’Alessio». Agregó que le pidió al juez federal Marcelo Martínez Di Giorgi «los mails de Majul para saber quién le entregó las escuchas telefónicas mías y de Cristina. Majul hizo tareas de inteligencia, está vedado por la ley».
El senador nacional del Frente de Todos aseguró que existe «una lista de periodistas además de Majul», entre los que nombró al conductor de PPT Box en eltrece, Jorge Lanata, a Nicolás Wiñazki de Todo Noticias y a Daniel Santoro, del diario Clarín.
Parrilli responsabilizó por el espionaje ilegal que habría ocurrido en la administración de Cambiemos, al expresidente Mauricio Macri, a sus ministros Marco Peña, Germán Garavano y Patricia Bullrich; al exjuez federal Claudio Bonadío; a los exjefes de Inteligencia, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, y al juez de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
Retomando el hilo con su ataque a los periodistas, apunto concretamente a Lanata y a Majul como parte de lo que definió como «el periodismo de guerra», que avaló «una metodología» implementada por el gobierno de Cambiemos.
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