El padre Luis Farinello murió hoy a los 81 años en el hospital del Quilmes después de haber sufrido una insuficiencia cardíaca.
Según supo Clarín, el religioso ingresó al nosocomio de esa ciudad a las 18.30 y no pudo ser reanimado.
Farinello, una figura reconocida en el país, nació el 8 de febrero de 1937, en Avellaneda. Era hijo de una empleada doméstica y de un «verdulero analfabeto», como solía recordar.
El religioso dijo que descubrió su vocación por el catolicismo porque de chico era «muy tartamudo» y que el Seminario Mayor de La Plata, recuerda, «era un lugar donde podía hablar poco y rezar mucho».
Heredó de su padre la militancia peronista, y de un vecino la pasión por San Lorenzo. Pero fue en el movimiento de curas del Tercer Mundo donde aprendió que «la política está en todos lados y es la herramienta para poder cambiar».
En su momento, supo decir que le parecía un sueño cuando su nombre aparece «junto a los del padre Carlos Mujica y el obispo Enrique Angelelli».
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